Acteal en la memoria

Acteal en la Memoria
El Día 21
Cuando pegó su grito el primer rayo de luz los pasos de Mario, Daniel, María, Ana ya habían empezado a tejer, dibujando sobre la tierra, la ruta de los que van,vienen, entran. Salen, dándole la bienvenida al Sol, saludándolo con los ojos, la voz, mientras las manos preparan el escaso alimento que han de compartir. El maíz que escupe la Tierra, lanzas verdes queamenazan al cielo y que se ofrecen como alimento para estas abejas que comen temprano porque el día no les alcanza para luchar por todos los sueños que tienen. Manos de muchos lugares, pies peregrinosde los pueblos que no se someten al poderoso y que en Acteal habían encontrado un pedacito de Tierra para seguir viviendo sólo unos pocos de los 10 mil 500 desplazados por la brutalidad gubernamentaly su brazo paramilitar. En los parajes donde antes vivían, sus incendiadas casas eran gritos silenciosos que denunciaban la barbarie oficial. Pero ahora en Acteal, el 21 de diciembre de 1997, vocesde ancianos, gritos de niñas y niños, susurros de mujeres, palabras de mayores atravesaban el día de norte a sur, rebotaban como campanas... Los de Tzajalchén, los de San Pedro, los de Chenalhó, los deActeal, abejas que trabajaban organizadamente en cooperativas de producción de miel y café. Esa jornada laboraban con más ánimo porque el día siguiente lo dedicarían a orar por la paz para todos, lapaz con justicia y democracia, la paz que les permitiría ser dueños de sus destinos y que los otros, todos, los respetaran. Por eso ese día 21 de Diciembre de 1997 cantaba la esperanza en Acteal...El Día 22
Micaela tiene 11 años. Desde los 5 le ayuda a su mamá a echar tortilla y a cargar a su hermanito. Ya es muchachita, dicen en la comunidad, para señalar que se está convirtiendo en mujer.Desde las 7 de la mañana está con su mamá en la capilla, medio rezando y medio jugando con su hermanito. Desde hace algunos días les ha llegado el rumor de que un grupo paramilitar entrenado por el...