ACTO DE CONSAGRACIÓN A MARÍA SANTÍSIMA

ACTO DE CONSAGRACIÓN A MARÍA SANTÍSIMA

¡Oh señora y madre mía! Conciliar cariño vengo a ofrecerte en este día, cuanto soy y cuanto tengo, mis ojos para mírate, mi voz para bendecirte, mi vidapara servirte ¡mi corazón para amarte! Acepta madre este don que te ofrenda mi cariño y guardarlo como un niño dentro de tu corazón. Que nunca sea traidor el amor que hoy me enajena y que desprecie sinpena los halagos de otro amor cuando el dolor me taladre y haga de mi un “crucifijo” que yo sepa ser tu hijo, que sienta que eres mi madre, en mi dicha, en mi aflicción, en mi vida, en mi agonía, ¡mirama con compasión, no me dejes madre mía.

Acto de Consagración a María

SS Juan Pablo II

1. “Mujer, ahí tienes a tu hijo” (Jn 19, 26).
Mientras se acerca el final de este Año Jubilar,en el que tú, Madre, nos has ofrecido de nuevo a Jesús, el fruto bendito de tu purísimo vientre,
el Verbo hecho carne, el Redentor del mundo,
resuena con especial dulzura para nosotros estapalabra suya que nos conduce hacia ti, al hacerte Madre nuestra:
“Mujer, ahí tienes a tu hijo”.
Al encomendarte al apóstol Juan, y con él a los hijos de la Iglesia, más aún a todos los hombres, Cristo noatenuaba, sino que confirmaba, su papel exclusivo como Salvador del mundo.
Tú eres esplendor que no ensombrece la luz de Cristo, porque vives en Él y para Él.
Todo en ti es “fiat”: Tú eres laInmaculada, eres transparencia y plenitud de gracia.
Aquí estamos, pues, tus hijos, reunidos en torno a ti
en el alba del nuevo Milenio.
Hoy la Iglesia, con la voz del Sucesor de Pedro,
a la que se unentantos Pastores provenientes de todas las partes del mundo, busca amparo bajo tu materna protección e implora confiada tu intercesión
ante los desafíos ocultos del futuro.

2. Son muchos los que,en este año de gracia,
han vivido y están viviendo la alegría desbordante de la misericordia que el Padre nos ha dado en Cristo.
En las Iglesias particulares esparcidas por el mundo
y, aún más,...