Adam Smith- La riqueza de las naciones.

Selección de textos
Adam Smith
La riqueza de las naciones
Libro 1 - Capítulo 1
De la división del trabajo
La máxima mejora de las fuerzas productivas del trabajo, y la mayor parte de la habilidad, destreza y
discernimiento con los que se lo dirige o aplica en cualquier parte, parecen haber sido los efectos de la
división del trabajo.
Los efectos de la división del trabajo, en la actividadgeneral de la sociedad, se comprenderán más
fácilmente considerando, en que forma opera en algunas manufacturas particulares. Se supone
comúnmente que ella se lleva al máximo extremo en algunas, que son de poca monta; no, quizá, que
realmente se la lleve a un grado más avanzado en ellas, que en otras que revisten mayor importancia,
pero en las manufacturas de poca monta destinadas a cubrirlas -necesidades menores de un pequeño
número de personas solamente, tiene por fuerza que ser reducido el total de trabajadores; y los que
están empleados en todas las diversas ramas de trabajo pueden ser reunidos, a menudo, en el mismo
edificio, situándolos en conjunto a la vista del espectador. Por lo contrario, en las grandes
manufacturas destinadas a abastecer las grandes necesidades de lagran masa del pueblo, cada una de
las distintas ramas de trabajo emplea un número tan grande de trabajadores, que es imposible
reunirlos ' a todos en un mismo local de trabajo. Rara vez podemos ver, al mismo tiempo, más que a
quienes están empleados en una sola rama. Por consiguiente, aunque en tales manufacturas el trabajo
puede encontrarse realmente dividido en un número mucho mayor departes, que en las de índole más
banal, la división no es, ni de cerca, tan evidente y, por ende, ha sido observada en mucho menor
medida.
Por ende, para tomar como ejemplo una manufactura de muy poca monta, pero en la que muy
frecuentemente se ha advertido la división del trabajo: la actividad del productor de alfileres, un
trabajador que no haya sido formado en este oficio (que se ha convertidoen una actividad específica
por virtud de la división del trabajo), ni se encuentra familiarizado con el uso de la maquinaria que en
él se emplea (cuya invención se ha visto inducida, probablemente, también por la división del
trabajo), probablemente podría apenas hacer un alfiler en un día, con el máximo esfuerzo, y es seguro
que no podría llegar a hacer veinte. Pero, en la forma en que estaactividad se lleva adelante
actualmente, no sólo la tarea íntegra constituye una actividad particular, sino que está dividida en una
cantidad de ramas, siendo la mayor parte de ellas, igualmente, actividades particulares. Un hombre
estira el alambre, otro lo endereza, un tercero lo corta, un cuarto lo aguza, un quinto lo raspa en su
extremo para aplicarle la cabeza; la elaboración de éstasupone dos o tres operaciones distintas;
aplicarla es una tarea particular, blanquear los alfileres es otra; inclusive el ponerlos en el papel es, en
sí, una tarea; y, de tal modo, la importante actividad de hacer un alfiler se ve dividida en alrededor de
dieciocho operaciones distintas que, en ciertos establecimientos, son realizadas todas por distintas
personas aunque, en otros, algunas veces elmismo hombre realizará dos o tres de ellas. He visto un
pequeño establecimiento de esta clase en el que se encontraban empleados diez hombres solamente y
en el cual, por consiguiente, algunos de ellos llevaban a cabo dos o tres operaciones diferentes. Pero,
aunque eran muy pobres y, por consiguiente, sólo estaban medianamente provistos de la maquinaria
necesaria, podían, esforzándose, haceralrededor de doce libras de alfileres por día entre todos. En una
libra entran, por parte baja, cuatro mil alfileres de mediano tamaño. Por consiguiente, esas diez
personas podían hacer, entre todas, arriba de cuarenta y ocho mil alfileres por día. Por consiguiente,
puesto que cada persona hacía un décimo de cuarenta y ocho mil alfileres, podría considerarse que
hacían cuatro mil ochocientos...