adicciones inchaurraga


Introducción

Todas las leyes que se dictan tienen por base la desconfianza; ninguna descansa en la virtud de los ciudadanos.
Édouard René Lefebvre (Jurista Francés)


Una nota de Emilio Ruchansky , titulada “Y todo por llevar un porrito en el bolsillo” me sirvió como disparador para pensar sobre las paradojas que conlleva la legislación argentina actual en relación a la problemática delconsumo de drogas.
La nota relataba una de las tantas historias de jóvenes que fueron detenidos por tenencia de sustancias para consumo personal y los daños generados por el despliegue del artefacto jurídico-penal frente a esa “transgresión a la ley”. El joven imputado fue víctima de una violación dentro de la comisaria. Este caso forma parte de uno de los tantos crímenes que se han cometido y se siguencometiendo en nombre de la ley de drogas.

Frente a esto surgen propuestas antagónicas que intentan recuperar el terreno de los derechos personales frente al atropello generalizado de una ley represiva.

Recapitulando algo de historia, en Agosto de 2009 el máximo tribunal declaró inconstitucional la aplicación de la ley de estupefacientes (Ley 23737) para condenar a cinco jóvenes que en 2006fueron detenidos, en Rosario, con cantidades mínimas de marihuana y, por esta razón, los absolvió.
La ley sigue en vigencia a pesar del fallo, pero sirvió para varias cosas: Una, crear un antecedente para próximos casos, dos, instaló el debate acerca de la necesidad de modificar la represiva y desfasada Ley de estupefacientes 23737. Tres, desligar el consumo de droga a un acto delictivocorrespondiente al ambito judicial, y empezar a pensarlo como un tema de salud pública. El usuario de drogas no es equivalente a delincuente.

Este ejemplo da cuenta que los costos subjetivos de la prohibición son mucho mayores que los posibles costos de consumir una droga.

Leyes o políticas focalizadas en la reducción de daños no solo otorgan mayores derechos a los sujetos, sino que promueven cambios enel imaginario social y acompañan contextualmente lo que nosotros intentaríamos hacer puertas adentro del consultorio: No demonizar al objeto “droga” sino preguntarnos por su función en la economía libidinal de quien nos convoca en busca de ayuda.

A pesar de que una ley este desfasada, no por eso deja de tener sus efectos, e implica un modo de política, de acción e intervención a nivel social ysingular al momento de trabajar con los sujetos que hacen uso o abuso del consumo de sustancias. Es por eso que muchos de los abordajes terapéuticos tienen como premisa el cese del consumo o abstinencia, que a mí, particularmente, me convoca a preguntar qué ideal seguimos como profesionales cuando preguntamos desde esa mirada. Es decir, si la abstinencia tiene que ver con una forma de aliviar elsufrimiento o bien como intento de reintroducir a ese sujeto dentro de los cánones y valores que la ley promueve.
Según S.Inchaurraga et al. (2009) “Los dispositivos basados en la abstinencia pretenden desintoxicar al sujeto, sacarle el objeto de su adicción en tanto causa” que no serían más que una solución aparente pues si la droga es el objeto causa se disfraza la pregunta por el ser, se siguevelando su problemática, ofreciéndole camiseta y banderín de ex adicto. Esto también encierra el peligro de devolverle fantasmas ajenos y prematuros (ser adicto, adicto en recuperación, ex adicto) para velar sus propias preguntas por la existencia, la asunción de la responsabilidad sobre sus actos, y la posibilidad de hablar/se en nombre propio

Función de la droga y rol del psicólogo

“Te regalanun nuevo pedazo frágil y precario de ti mismo”.
(Fragmento de Instrucciones para dar cuerda al reloj).
J. Cortazar

Puede que la droga represente, para el sujeto, una ilusión que hay algo en ella que lo completa. Según Freud (1929) una de las opciones para mitigar el sufrimiento que la renuncia pulsional nos impone es el uso de narcoticos en tanto genera la ilusión de independencia en relación...