Ahora

Las ganas de estar con una buena mujer.
A todos…

Ahora, por fin, después de tantísimo tiempo sin escribir, logro reencontrarme con mi vieja amiga la inspiración, cuando de pronto, unas pinches ganas de miar, me sacan de este estado neutro de conciencia que brinda la creatividad. Siento el frío en mis tetillas endurecidas por los doce grados Celsius que probablemente tenemos afuera, no hay másque decir, el verano acabo, bienvenido otoño, lo estuve esperando desde diciembre. Aunque la gente suela relacionarte más a noviembre y a octubre, yo sé que perduras en el último mes del año.
Me vuelve la inspiración debido a ese repentino enamoramiento que despierta en mí, el supuesto fin de la vida. Miro los campos de camino a la escuela, cubiertos por todo tipo de flores compuestas, y sientoesa especie de calor que uno percibe cuando el sol brilla demasiado lejos de la cabeza, aún las hojas permanecen aferradas a los arboles; aunque la mayoría de los frutales empiezan a dar la triste despedida aurea a sus preciadas laminas foliares, las riegan por el piso y me provoca algo raro ver a los arboles desnudos, los veo de cabeza, por fin han alcanzado una simetría total entre el aire y latierra. Aún se miran nubarrones por aquí y por allá, pero no dan a torcer su brazo, el cielo está bastante cansado de llorar los pecados de los hombres aquí en la tierra, no existe tal cosa, no hay bien ni mal, solo una delgada capa gris que cubre todos los colores, es algo como el otoño, es la neutralidad total creo yo, es ese punto delgado, esa membrana, el himen de la vida, sonidos raros alatardecer y bandadas de pájaros cruzando el cielo en forma de “V”. Es, el otoño, en sí mismo, la tarde del año, la tregua de las estaciones, pues creo a bien que todas se juntan en este periodo…
¡Tenemos días! Días bellísimos, colmados de violines cortando la banalidad del aire intangible, días iluminados con un sol inclemente que calienta la nuca y moja las axilas…
¡Tenemos mañanas! Frías como besohipócrita en navidad, con bruma en el ambiente y hojas escarchadas con el bendito rocío de la noche que, sin duda, las ha salvado de una muerte segura…
Tenemos todo en este bendito otoño, pues podemos tener días fríos, cálidos, lluviosos y ocres. Veo a los viejos sentados en el parque, con esa mirada tan deprimente que me hacen no querer pasar de los treinta. Veo a los niños, jugandodespreocupados, pateando pelotas, tirándose de los cabellos, recogiendo el aire en pequeñas canastas de junco, belleza pura, nostalgia total…
En un sentido sincero no creo ser ese tipo de escritor que vaya a poder concretar un libro algún día, o que pueda escribir un poema con una métrica total y exquisita, conozco las reglas, pero me importa un pepino seguirlas. Vivo perdido entre la lírica y la prosa, meencuentro en ese limbo tan mediocre del gris, a punto de dar el gran salto, pero con ganas de sentir un poco más la tierra firme de este lomerío de casas pequeñas en el que me encuentro. Soy un puente, un puente entre culturas, puedo estar con los de abajo, puedo estar con los de arriba y sin embargo, ninguno de ellos me ve como su igual.
Me pregunto cuantas personas se hallarán en mi situación,¿1? ¿2? ¿3? ¿5? ¿8? ¿13? ¿21? ¿34? ¿55? ¿89? No tiene sentido darles número, están tan inmersos en la misma situación, que no les importan mis esfuerzos por tratar de colocarlos en determinado grupo, somos el vicio iluminado de la clase baja-media, híbridos sin alma ni creencias.
Creo a bien que la mayoría de ellos se debe de encontrar como yo, sumido en intensos soliloquios buscándole el sentido asalvar su amor propio; han de vivir (me imagino) atiborrados de otros tantos problemas que ni ellos mismos saben explicar, y preguntándose todos los días, en el transporte público, en las cafeterías, en las avenidas, en las grandes plazas, ¿Qué pasa conmigo? Se sienten absurdos en este mundo de marcas, etiquetas, protocolos, bibliografías, pies de página, zeugmas y redobles. Visten de gris,...