Alexander Wendt

el neorrealista-neoliberal debate sobre las posibilidades de acción colectiva en el internacional
las relaciones se ha basado en un compromiso compartido de Mancur Olson definición racionalista de
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el problema como uno de conseguir exógenamente egoístas dados a cooperar. El tratamiento de este supuesto
como una hipótesis de facto de la política mundial, que articulan el reclamo rival que lainteracción a nivel sistémico
nivel cambia las identidades y los intereses del Estado. Las causas del egoísmo del Estado no justifica siempre el tratamiento de
como dado. Perspectivas críticas de las relaciones internacionales y las teorías de integración sugerir cómo
identidad colectiva entre los estados podrían emerger de forma endógena a nivel sistémico. Un proceso así
generar unacooperación que ni los neorrealistas ni neoliberales esperar y ayudar a transformar sistémica
anarquía en un "estado internacional"-una estructura transnacional de la autoridad política que podrían
socavar la democracia territorial. Que muestran cómo la ampliación de la teoría sistémica más allá de las preocupaciones racionalistas
puede ayudar a explicar el cambio estructural en la política mundial.El problema de acción colectiva que domina el mundo
la política. El Estado se piensa a menudo para resolver en
la sociedad doméstica, forzando o socializar per-
sonas que se identifican con el bien común, pero la
problema parece endémica en el mundo anárquico de
las relaciones internacionales, en el que cada Estado se reserva el
derecho y la fuerza para hacer lo que quiera. Realistas yidealistas han debatido durante mucho tiempo las condiciones bajo las
que los estados pueden superar este problema, la primera
tomar una línea materialista de que el poder y humanos-na
tura impide una cooperación significativa, este último argumento
ING con el conocimiento y las instituciones lo hacen posible.
La discusión se ha vuelto muy sofisticado, con
neorrealistas y los neoliberales dehoy la disección de la EF-
permiten descomponer de perseguir ganancias relativas en comparación absoluta, los
sombra del futuro, los costos de transacción, y así sucesivamente
(Baldwin, 1993).
Una característica importante pero descuidado de la reciente
debate es la creencia compartida de que la acción colectiva
debe ser analizada en términos de Mancur Olson (1965)
definición del problema,que se auto-interesada
actores como constante y exógena y se centra
en los incentivos selectivos que pudieran inducir a
cooperar. Esto refleja la estrategia racionalista de
explicar el comportamiento en términos de precios cambiantes o
limitaciones, en lugar de los gustos (Stigler y Becker
1977). Mientras que algunos neoliberales han cuestionado la
hipótesis del egoísmo del Estado (Keohane1984, 120-32;
ver también Lumsdaine 1993), pocos intereses del Estado a tratar como
endógena a la interacción.! O bien el soporte
formación de los intereses, tratándolos como si fueran
exógeno, o explicar los intereses en relación con do-
la política doméstica, en el supuesto de que son
exógeno, aunque no necesariamente constante (por ejemplo,
Moravcsik, 1992). En ambos casos, el efecto sobresistémica
La teoría es capturado por lo que Jeffrey Legro (1993) llama
el racionalista "dos pasos": los intereses de los primeros se forman
fuera del contexto de interacción y, a continuación la última
se trata como si sólo afecta a la conducta. Este
puede ser meramente una presunción metodológica, pero
dada su omnipresencia en el debate actual se puede
También se ve como una hipótesisimplícita sobre el mundo
política: la interacción sistémica no transforma el estado
los intereses.
Los neoliberales hacen las cosas difíciles por sí mismos
aceptando esta limitación, y sus esfuerzos por explicar
la cooperación en virtud del mismo son admirables. Pero también-brack
ets una importante línea de argumento en contra de los realistas,
es decir, que a través de la interacción, los...