Analisis De La Poetica Modernista

Julián del Casal (1863-1893), “En el campo”

“La belleza absoluta y eterna no existe más.”
C. Baudelaire
Tengo el impuro amor de las ciudades
Con el yo poético tácito y teniendo como núcleo del predicado un verbo transitivo, el peso semántico de la oración recae sobre el objeto directo. El poema va a desarrollar esta respuesta, este contenido semántico impuro amor de las ciudades a travésde la antítesis, cuyas unidades, manifestaciones sociales, por un lado, naturales, por otro, serán juzgadas por el poeta sintetizando no sólo al poema, sino al hombre moderno también.
El poema cuenta con 11 tercetos y en cada uno se desarrolla una antítesis. Cada una de estas unidades antitéticas construyen, a su vez, a través de un proceso sinecdótico, un campo semántico más basto, quedefinimos como social y natural. Todas las estrofas se desarrollan de forma similar: adoptando una estructura de comparación y selección, lo que implícitamente conlleva un rechazo, el poeta elije aquello que le da, en cierta forma, reconocimiento, hambre de lo humano y lo tumultuoso, de lo relativo e inmediato.
y a este sol que ilumina las edades
prefiero yo del gas las claridades.
Las primerasunidades corresponden a la luz, primero, la del sol eterno que ilumina las edades, después, la de una lámpara de gas finita y nocturna. Podemos ir más allá de la comparación explícita y tomar la lámpara de gas como un referente neto de la noche. Formando un contraste más amplio entre la luz y las sombras: primero un sol, el día, la luz que nos da la vida; después la lámpara de gas, impura, más tenue,luz sólo de noche, rodeada por las tinieblas. Esta artificialidad del sol, esta mimesis profana nos arroja de pleno al campo semántico artificial. De esta forma le quita brillo a la imagen, sin salir de la luz, no lleva hacia las sombras. La artificialidad de la luz refleja la muerte del día, y el brillo del contraste del sol que cae del segundo verso al tercero, el ocaso. Ocaso, artificialidad,Casal inicia el poema desde la perspectiva decadentista y dispersa sus referentes a lo largo del poema.
Este claroscuro, que es parte del modernismo (como movimiento), se va a mantener a lo largo del poema, la luz se verá reflejada en otros semas, soportando el contraste, dividiendo.
A mis sentidos lánguidos arroba,
más que el olor de un bosque de caoba,
el ambiente enfermizo de una alcoba.La segunda unidad nos da una breve caracterización del yo poético que retomaremos más tarde y contrasta un bosque (unidad natural), pleno de luz, aire y color, a una alcoba enfermiza: cerrada, oscura, húmeda, espacio sublime del decadentismo. El primero es amplio, permite el movimiento, la fluidez; el segundo nos atrapa, nos encierra, nos limita. El poema se abre en el espacio junto con la luz y sepliega rápidamente sobre sí, al tiempo que se apaga.
Mucho más que las selvas tropicales,
plácenme los sombríos arrabales
que encierran las vetustas capitales.
En la tercera unidad el movimiento es similar: el poema se vuelve a abrir, esta vez a algo más ornamentado, con más movimiento, más sonido, más colores, pero más cerrado, cerrándose y abriéndose a cada paso, sorpresivo. Y se cierra aun espacio definido, límite de dos esferas que es, a su vez, la esfera simbólica del lugar del poeta. Y lo sombrío, encerrando a lo añejo, al oscuro movimiento de la urbe.
A la flor que se abre en el sendero,
como si fuese terrenal lucero,
olvido por la flor de invernadero.
El poema oscila. En cada párrafo una señal de luz, de color, de apertura genera un movimiento semántico que se reviertesobre los contrarios apagándose, languideciendo, cerrándose, y una elección y un rechazo.
Otra forma del espejo.
Más que la voz del pájaro en la cima
de un árbol todo en flor, a mi alma anima
la música armoniosa de una rima.
La palabra voz, si bien está del lado “contrario” al de la palabra rima, se conecta con esta y fundan la manifestación ideológica del lenguaje. También se contrapondrá...