Analisis
Por Pablo Bernal Casar*
El 2005 fue un año de vital importancia y relevancia en el mundo de las normas de información
financiera. Fue durante este año cuando la mayoría de las empresas públicas de la Unión Europea
llevaron a cabo la adopción de las Normas Internacionales de Información Financiera (IFRS, por sus siglas en inglés). Este acontecimiento ha ido poco a poco obligando o direccionando al resto de las
economías del mundo a adoptar o converger con las IFRS.
Incluso la economía más poderosa del mundo, Estados Unidos, que hasta hace poco llevaba la
pauta internacional sobre las normas de información financiera, ha anunciado la posible adopción
obligatoria de las IFRS para las empresas estadounidenses que cotizan en las diferentes bolsas de
valores de este país. De esta forma se puede observa una clara tendencia hacia un solo conjunto
de normas contables globales y de alta calidad, las IFRS.
¿Pero qué hay de los países emergentes? La corriente que hemos venido observando referente a
las IFRS, deja a los países pertenecientes a mercados denominados emergentes con muy pocas
opciones en cuanto a estándares o normas de información se refiere. Estos deben subirse al tren
de la globalización y comenzar a reportar su información financiera bajo estándares o normas
aceptadas internacionalmente, si es que quieren lograr modernizar y hacer competitivos sus mercados financieros y en general sus economías.
Este es el caso de México, quien para incrementar la competitividad y la inversión extranjera
directa en sus mercados, debe sentar las bases para que la información financiera de sus
jugadores se confiable, comparable y sobre todo, útil. Ya que adicional a lo anterior, hoy en día existen más de 100 países que han adoptado los estándares estipulados en las IFRS. Además de las
economías que integran la Unión Europea, países como Brasil, Sudáfrica, India, Corea, Japón,
Canadá y Pakistán han llevado a cabo o anunciado la adopción de IFRS.1
Es por todo esto que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), en conjunto con el
Instituto Mexicano de Contadores Públicos (IMCP) y el Consejo Mexicano para la Investigación y
Desarrollo de Normas de Información Financiera (CINIF), así como la Secretaria de Hacienda y
Crédito Público (SHCP), en su conjunto, han decidido que a partir del año 2012, la empresas que
cotizan en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) adopten los Estándares Internacionales de Información Financiera (IFRS), publicados por el “International Accounting Standards Board”
(IASB).
De igual forma, se espera que con este cambio, el mercado de valores mexicano y las empresas
que lo conforman logren atraer mayor capital extranjero pues se incrementara la confianza sobre la información que publican trimestralmente para el gran público inversionista se refiere.
Sin embargo, el problema con los Estándares Internacionales de Información Financiera es que
existen situaciones y casos específicos distintos entre países y mercados. Tal es el caso de los
mercados emergentes y en particular el de México. En estas situaciones muchas veces resulta
complicado aplicar los estándares internacionales, lo cual hace que la información financiera
reportada pierda exactitud y comparabilidad. De igual manera, existen diferencias significativas
entre las normas locales y los nuevos estándares internacionales que pueden llegar a afectar
seriamente la situación financiera de una empresa a la hora de llevar a cabo la adopción. ...
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