Antologias

Cuentos
El cuarto piso y el cuadro

Mi mamá  recibió una fuerte cantidad de dinero, porque la habían despedido de su trabajo.
Una tarde mi familia y yo vimos una casa, no estaba tan fea, mamá la compró. Era muy grande, de color verde. Tenía cuatro pisos. El patio estaba lleno de pasto y árboles de toda clase de frutas. La casa estaba al final de la calle. A su izquierda había un árbol quellamó mi atención. Estaba seco, sin hojas y era muy, muy alto.
Yo duermo en el cuarto piso. Desde mi recámara se puede ver lo alto que es ese árbol. Una pared roja, y un cuadro con una señora y muchos niños tristes hacen diferente mi cuarto de todos los demás.
Una mañana estábamos desayunando cuando oímos ruidos, como si alguien caminara en el piso superior; fuimos a ver, pero no encontramos nada.El día siguiente el ruido se escuchaba más y más fuerte, pero no había nada. Pasaron diez días con ruidos raros. Descubrimos después que Gabriel, mi hermano mayor, no estaba. A todos nos invadió la desesperación. Lo buscamos por toda la casa… nada; simplemente desapareció.
Algo había raro en mi habitación. Noté algo sorprendente. En el cuadro estaba la cara de mi hermano; sus ojos me miraban.Grité, pero mis papás estaban en la comandancia denunciando la desaparición de mi hermano. Miré el cuadro otra vez. Ya no había rastros de Gabriel. Llegó la noche y me dormí abrazando mi almohada.
Me disponía a ir a la escuela. Busqué mis zapatos debajo de la cama, y entonces vi que había allí una puerta. Tenía una llave puesta en la cerradura y no la pude quitar con nada. Mi mamá me apresuró, asíque salí del cuarto.
Después de la escuela corrí a mi cuarto, moví mi cama y logré  mover la llave. Entonces se abrió la puerta y aparecieron unas escaleras que llevaban hacia abajo. Corrí por una lámpara y con un suspiro entré. Estaba muy oscuro. Llegué a un pasillo, vi una sombra, me asusté tanto que salí corriendo hacia la puerta secreta, subí las escaleras y llegué a mi cuarto. Escuché la vozde mi hermano que pedía auxilio.
Salí  de mi cuarto pidiendo ayuda, no había nadie, desesperada salí  al patio y el único que estaba allí era mi perro Godar. Se me ocurrió que él me ayudaría a rescatar a Gabriel.
Lo llevé hasta el pasillo por el que antes salí corriendo. Al frente se veía una puerta; entre más nos acercábamos, más ladraba Godar. Cuando llegamos a la puerta una bruja nos estabaesperando. Se burlaba de nosotros, pero mi perro, con decisión, se fue contra ella. Mientras los dos luchaban, yo buscaba a Gabriel; lo encontré en un rincón del cuarto.
En eso se oyó un grito de la bruja. Godar la mordió y tenía sangre en el hocico. Gabriel tomó un espejo grande que estaba en la pared, y Godar empujó a la bruja contra el espejo que se rompió; los pedazos de vidrio le cayeron enla cara y en los ojos, y la dejaron ciega. Aun así trató de atraparnos. Godar la embistió nuevamente; la bruja golpeó un librero, y tiró un libro viejo que comenzó a deshojarse. Con cada página que se desprendía la bruja fue desapareciendo.
Salimos del cuarto corriendo, mientras el pasillo se desmoronaba; subimos las escaleras justo a tiempo de que el piso se cerrara, como si no hubiera pasadonada. Desapareció la puerta, la llave también desapareció. También el cuadro cambió. Ahora es un paisaje muy bonito con un perro muy parecido a Godar. Nadie nos creyó.
Ya ha pasado un año, pero Godar sigue comportándose muy extraño, y no se aleja del árbol seco.

El ser extraño

Era un día lluvioso y yo estaba en casa. No recuerdo exactamente la fecha en que esto sucedió, pero lo que no puedoolvidar es el rostro de ese ser, con una palidez sorprendente, que me llamaba por mi nombre.
Varias veces sentí su presencia, mientras hacía la limpieza de mi cuarto, o cuando estaba sola viendo la tele. Pero lo más escalofriante fue cuando me castigaron en mi cuarto y no bajé ni a comer. Estaba cepillándome el cabello en mi recámara, cuando sentí un escalofrío que me calaba hasta los huesos y...