Anton Chejov
Vida
Nacido en el seno de una familia humilde (su padre, un modesto tendero propietario de un pequeño establecimiento de productos ultramarinos, era hijo de un siervo campesino que había logrado comprar su libertad y la de los suyos mediante el desembolso desetecientos rublos por cabeza), se vio forzado a contribuir desde niño a la frágil economía doméstica, por lo que trabajó en el modesto negocio familiar al tiempo que cursaba con provecho sus estudios básicos y, poco después, su formación secundaria en el liceo de Taganrog. Las penosas dificultades económicas y la estricta disciplina que soportaba en su casa y en la tienda de ultramarinos -donde solíaser azotado por su padre tan pronto como cometía el menor descuido- no bastaron para agriar su carácter alegre y jovial, ni para desviar su natural inclinación hacia las burlas y las travesuras. Esta envidiable disposición anímica tampoco varió cuando, a partir de 1876, hubo de permanecer él solo en Taganrog para concluir sus estudios secundarios, pues su padre se había visto forzado a cerrar suruinoso medio de subsistencia y a abandonar con premura la ciudad natal de sus hijos, acosado por numerosos acreedores.
Así pues, a los dieciséis años de edad el joven Antón Pávlovich Chéjov se hallaba a miles de leguas de los suyos -establecidos, tras su precipitada huida, en Moscú- y obligado, por tanto, a procurarse por sí mismo los recursos que asegurasen su supervivencia y, desde luego, lepermitiesen obtener por fin el título de bachiller (objetivo por el que se había negado a dejar su escuela a orillas del mar de Azov). Fue así, como se vio impelido a compaginar sus estudios con una serie de servicios que comenzó a prestar en el mismo centro de enseñanza al que asistía como alumno (entre ellos, el de atender a los compañeros que se iban quedando rezagados en su proceso normal deaprendizaje), y, simultáneamente, con los duros encargos que le encomendaban muchos comerciantes de la ciudad, para los que trabajaba sin descanso (unas veces, con el fin de obtener algún suplemento monetario; y otras veces, para satisfacer algunas de las muchas deudas contraídas por su progenitor). Estas penosas condiciones de vida le sumieron en un estado de agotamiento que, agravado por ladebilidad provocada por la pobreza y mala alimentación, acabó por minar su salud cuando todavía era un adolescente. Sin embargo, ni la crudeza de esa turbulenta vida laboral que llevaba ni el evidente deterioro de su estado físico lograron arrebatarle tres de sus cualidades innatas más positivas: la curiosidad intelectual (manifiesta en la brillantez con que, pese a todas las dificultades, acabó...
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