Análisis de Marianela
Los diálogos en la obra:
-Sí, señor, de nacimiento -repuso el ciego con naturalidad. Noconozco el mundo más que por el pensamiento, el tacto y el oído. He podido comprender que la parte más maravillosa del universo es esa que me está vedada. Yo sé que los ojos de los demás no son comoestos míos, sino que por sí conocen las cosas; pero este don me parece tan extraordinario, que ni siquiera comprendo la posibilidad de poseerlo.
-Quién sabe... -manifestó Teodoro- ¿pero qué es estoque veo, amigo mío, qué sorprendente espectáculo es este?
El viajero, que había andado algunos pasos junto a su guía, se detuvo asombrado de la fantástica perspectiva que se ofrecía ante sus [16]ojos.
-¿Sabe usted a lo que me parece esto? -dijo el doctor, conociendo que los símiles agradaban a su guía-. Pues se me parece a los pensamientos del hombre perverso. Parece que somos la intuicióndel malo, cuando penetra en su conciencia para verse en toda su fealdad.
Creyó Golfín que se había expresado en lenguaje poco inteligible para el ciego; más éste probole lo contrario, diciendo:...
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