Aprendiendo a las malas

APRENDIENDO A LAS MALAS
Por: María González.

Para María Camila, una niña colombiana de escasos 6 años, empezaba una nueva etapa de su vida. No entendía muy bien lo que pasaba.
Sabía que se iba a vivir a los Estados Unidos, algo que había oído nombrar alguna vez en su vida, y que asociaba con Disneylandia y Mickey Mouse, pero ni siquiera conocía el significado real de la palabra país.
Sumamá había decidido viajar en busca de mejores oportunidades para su carrera de enfermera, y aprovechó que contaban con el apoyo de su tía Alicia, quien les ofreció su casa en Orlando y convenció a María Cristina, la mamá, de viajar, establecerse allá y buscar un futuro más promisorio para las dos.
Y María Camila, simplemente tomó este viaje como lo veía: un paseo en avión y una visita a la tía.Llegaron un 8 de agosto del año 2000 a Orlando. La familia las estaba esperando, y al principio todo era rico: una casa muy agradable, en un conjunto con piscina, lo cual era una novedad para la niña, unos familiares muy queridos, unos centros comerciales muchísimo más grandes que Unicentro y unos primos de su edad, pero…. hablaban muy poco español, lo cual dificultaba enormemente la comunicaciónentre ellos.
Como la idea era quedarse, lo primero que hizo su mamá, fue presentar la niña al colegio más cercano a su residencia. Tuvieron que ir primero a un control médico, para que María Camila fuera revisada por un pediatra y para que les diera una transcripción del carnet de vacunación que llevaban desde Bogotá. Ella no entendía absolutamente nada de lo que el pediatra le preguntaba, porlo que toda la entrevista se basó en la información que su mamá daba, y ella traducía cualquier pregunta que el médico hacía directamente a la niña.
Llegaron a un centro comercial a buscar los útiles del colegio. Entraron a un Walmart y lo primero que sorprendió a María Camila, fue que todos los adultos la saludaban, y aunque entendía qué le estaban diciendo, su timidez no le permitía contestaral saludo. Después, buscando un morral, se acercó una vendedora y le preguntó cómo lo quería y ella no entendió qué le preguntaba, por lo que su mamá tuvo que traducir.
Esa tarde, estaba en un saltarín con sus primas de Bogotá que estaban pasando vacaciones donde su abuelita, y llegó a regañarlas una señora americana. Nunca entendieron qué fue todo lo que les dijo; las tres se limitaron acontestar ¨yes, yes´, pero entendieron, por la actitud de la señora, que por alguna razón no debían estar jugando ahí y se retiraron.
El primer día de colegio fue intimidante. Llegó a un edificio grandísimo, lleno de niños que hablaban en un idioma que desconocía, y lógicamente no entendía lo que le decían. Se limitaba a mirar llena de miedo, y solo contestaba ¨I don´t understand¨, pero poco a poco, apunta de señas, lograron romper el hielo. Entendió, que sus compañeros querían llevarla al salón que le correspondía. En el camino, uno de los niños se resbaló y cayó al piso en una forma tan chistosa que todos rieron, y esta risa contribuyó a que María Camila entrara un poco más en confianza. Ya en el salón, en clase de arte, no entendía las instrucciones de la profesora, pero sus compañeros lemostraron los dibujos que estaban haciendo, con lo que entendió que debía dibujar algún animal y pintó un oso, que quedó tan bonito y bien hecho, que todos la felicitaron.
A los pocos días de estar en el colegio, ingresaron a su salón varios niños latinos, con lo que el problema de comunicación se solucionó en parte, ya que todos hablaban español, hecho que contribuyó a que tanto María Camilacomo los nuevos niños se adaptaran más fácilmente a su situación, porque, aunque la profesora exigía que trataran de entender y hablar siempre en el poquísimo inglés que sabían, les permitía eventualmente hacerlo en español lo cual afianzó su confianza.
Pasó un mes, y aunque aprendía poco a poco, ya María Camila estaba completamente adaptada. Su vocabulario en inglés crecía cada vez más, y su...