ARETUSA Y ALFEO
Cerró los ojos para sentir mejor el placer del frío: las pequeñas olas refrescaban su cuerpo y la empujaban con suavidad; el sol, le daba de refilón en la piel y podía inclusooler las flores que estaban cerca del río. Y de golpe escuchó un susurro. Se asustó, y salió corriendo a la orilla más cercana. Escuchó con claridad la voz del río Alfeo, que le preguntaba por quéhuía, y la invitaba a acercarse a él.
Aretusa, sabía que Alfeo la deseaba por el tono de su voz, el tono en el que le hablaba, por ello emprendió una carrera. Por mucho que ella corriera, Alfeo volabatras ella y trataba de disuadirla para que pusiera fin a su huida. Sus fuerzas se agotaban y sentía el aliento de su perseguidor cada vez más cerca. Cuando ya casi el hombre la tocaba, pidió auxilio aDiana. La diosa, acudió en su ayuda y la envolvió en una nube para ocultarla. Pero Alfeo seguía allí, daba vueltas en torno a la nube y pronunciaba su nombre. La ninfa temblaba. Él observaba una y otravez la tierra: las huellas de ella terminaban allí, además de que él podía oler su aroma.
La venció el miedo. Un sudor frío le cubrió todo el cuerpo y comenzó a gotear. De los cabellos mojadosescurría el agua, los pies y los brazos empezaron deshacerse y, casi en un instante, todo su cuerpo era líquido. Se dio cuenta Alfeo el cual abandonó la figura de hombre que había adquirido para...
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