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Páginas: 2 (467 palabras)
Publicado: 6 de julio de 2015
ALABANZA: ¿TIEMPO DE DISTRACCIÓN O TIEMPO DE ORACIÓN?
By. TW
La alabanza, momento de gran importancia dentro de las actividades de la comunidad, es la hora de alegría, de liberación, momento en elque el Señor sana nuestras aflicciones, toma nuestras preocupaciones y las cambia por su gozo. Es el tiempo perfecto donde podemos descargar todo lo que traemos de la semana y depositarlo en elcorazón gozoso de Jesús.
Pero, ¿en realidad le damos la importancia que se debe? Muchos toman este momento para platicar con el hermano que no han visto en toda la semana, otros para revisar sus últimasnotificaciones en su celular, para unos cuantos es su hora de tolerancia para llegar a comunidad, algunos para contemplar profundamente las nubes, el cielo, las personas que pasan caminando o, en el peorde los casos, criticando al hermano de alado por su forma de alabar. Muy pocos realmente toman el sentido que esta oración conlleva, muy pocos se entregan en cuerpo, alma y espíritu a este momento deinteracción profunda con el Señor.
Bien dice San Agustín de Hipona: “El que canta, ora dos veces”. Pero cuando alabamos, no solo oramos dos veces, sino tres: Una al pensar en Dios, dos al cantarle aDios, tres al danzarle a Dios. ¿Te imaginas? ¡Tres por uno! ¡Qué gran oferta! Tienes la oportunidad de orar plenamente a Dios, de gritarle: ¡GLORIA A TI, SEÑOR! Pero, ¿lo hacemos de corazón osimplemente por el compromiso de que tu coordinador vea que sí alabas?
Cuando alabes, cierra tus ojos, siente las palabras que salen de tu boca y habla con tu Dios de esa forma, siente la presencia de unDios vivo que baja desde su Reino, para ver cómo alabas.
Imagínate a Papá Dios, desde una ventana en el cielo, diciendo: -¡Mira! Ahí está mi hijo, ahí está mi hija. Se ve bien chistoso alabando pero concuánto amor lo hace.
Hasta los ángeles se gozan y se unen a tu voz para exaltar juntos al Dios de amor, al Hijo salvador, al Espíritu consolador.
En ocasiones pensamos: “Si ni el coordinador alaba,...
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La alabanza, momento de gran importancia dentro de las actividades de la comunidad, es la hora de alegría, de liberación, momento en elque el Señor sana nuestras aflicciones, toma nuestras preocupaciones y las cambia por su gozo. Es el tiempo perfecto donde podemos descargar todo lo que traemos de la semana y depositarlo en elcorazón gozoso de Jesús.
Pero, ¿en realidad le damos la importancia que se debe? Muchos toman este momento para platicar con el hermano que no han visto en toda la semana, otros para revisar sus últimasnotificaciones en su celular, para unos cuantos es su hora de tolerancia para llegar a comunidad, algunos para contemplar profundamente las nubes, el cielo, las personas que pasan caminando o, en el peorde los casos, criticando al hermano de alado por su forma de alabar. Muy pocos realmente toman el sentido que esta oración conlleva, muy pocos se entregan en cuerpo, alma y espíritu a este momento deinteracción profunda con el Señor.
Bien dice San Agustín de Hipona: “El que canta, ora dos veces”. Pero cuando alabamos, no solo oramos dos veces, sino tres: Una al pensar en Dios, dos al cantarle aDios, tres al danzarle a Dios. ¿Te imaginas? ¡Tres por uno! ¡Qué gran oferta! Tienes la oportunidad de orar plenamente a Dios, de gritarle: ¡GLORIA A TI, SEÑOR! Pero, ¿lo hacemos de corazón osimplemente por el compromiso de que tu coordinador vea que sí alabas?
Cuando alabes, cierra tus ojos, siente las palabras que salen de tu boca y habla con tu Dios de esa forma, siente la presencia de unDios vivo que baja desde su Reino, para ver cómo alabas.
Imagínate a Papá Dios, desde una ventana en el cielo, diciendo: -¡Mira! Ahí está mi hijo, ahí está mi hija. Se ve bien chistoso alabando pero concuánto amor lo hace.
Hasta los ángeles se gozan y se unen a tu voz para exaltar juntos al Dios de amor, al Hijo salvador, al Espíritu consolador.
En ocasiones pensamos: “Si ni el coordinador alaba,...
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