Bajo la misma estrella.

-Bastante, en realidad. –una sonrisa tierna se formó en sus labios. En realidad, era aquella sonrisa que siempre utilizaba para obtener lo que quería. Y curiosidad ni siquiera se acercaba a lo queestaba sintiendo en ese instante, era una especie de incertidumbre desgarradora, a tal punto que incluso consideró la opción de rebuscar en su mente por algún indicio de lo que este pequeño obsequiosignificaba, pero jamás lo había intentado con un ser no vivo, además debía otorgarle el beneficio de la duda. Dirigió la mirada hacia su mano que se cerraba alrededor de su puño y luego volvió la vistahacia él de nuevo. Escuchó con atención sus siguientes palabras y se encontró a si misma haciendo cálculos también de cuando había sido la primera vez que cruzaron palabra. Él mismo respondió supregunta y no pudo evitar reír con él, pues tenía la risa más contagiosa que ella alguna vez hubiese escuchado… o simplemente disfrutaba verlo feliz. Luego del pequeño beso, frunció el ceño levemente. ¿Adónde quería llegar el con todo esto? ¿Por qué quería que recordara desde hacía cuanto se conocían o eran pareja?
De nuevo prestó atención a sus palabras y ahora se sentía más perdida que nunca. Nosabía a qué se refería con todo lo que Nikolai estaba diciendo, ni mucho menos de qué dirección hablaba. Nuevamente estaba tentada a leer sus pensamientos, pero se prometió a si misma que no lo haría,tan solo podía quedarse inmóvil y dejarlo terminar, además de sostener la cajita en su mano. Su expresión tampoco le decía mucho, era como tratar de leer a una pared o algo parecido, y la situacióncomenzaba a ser frustrante. Ella no era la persona más paciente del mundo, odiaba sentirse de esa manera, así que cuando él por fin permitió que abriese el regalo, suspiró aliviada.
Sus dedos largosy delicados empezaron a hacerse con el envoltorio, frustrándola de nuevo. Ahora se sentía nerviosa, su corazón estaba agitado y ni siquiera sabía por qué. Sumergida en sus pensamientos no podía...