LA nueva configuración de salud mental (Emiliano Galende)
UN NUEVO OBJETO/PARA LA SALUD MENTAL
Desde la constitución del sector Salud Mental en la década de los. años sesenta, sus valores estuvieron ligados a una comprensión de las enfermedades mentales que volvía a situar a los padecimientos psíquicos en el seno de las condiciones de existencia de las personas afectadas. El frentede transformaciones, que los técnicos, llamaron luego "re-conversión de los sistemas de atención psiquiátrica", era sumamente amplio, dando cabida a propuestas de distinto nivel. A nivel de las comprensiones psicopatológicas se cuestionó la comprensión del sufrimiento mental bajo la categoría médica de "enfermedad", por las implicancias de "naturaleza" y las ilusiones de objetividad quesostenía, para poder restituir en los individuos la complejidad existencial contenida en estas perturbaciones. En el nivel de las disciplinas intervinientes, se trataba de cuestionar la hegemonía de la medicina mental, facilitando que otros saberes tuvieran su lugar en la comprensión y el abordaje de estos problemas (psicología, antropología, sociología, psicoanálisis, etc.). Por lo mismo el panorama delas intervenciones psiquiátricas se complejizó, a partir de la presencia de otros] profesionales que eran portadores de otros criterios de comprensión , de otros valores, y se proponían otras prácticas j sobre los enfermos. El centro de la crítica lo ocuparon el manicomio y la internación de los enfermos, desde entonces un abanico de propuestas se ofrecieron como alternativas: los centros desalud mental, los servicios de hospital general, los hospitales de día, hasta las estrategias de las acciones comunitarias. Todo este giro llevó también a un nuevo panorama de las prácticas asistenciales. Un eje central de las transformaciones que se proponían consistía en restablecer un trato menos jerarquizado de los profesionales con los enfermos, y devolver a los enfermos un mayor protagonismoen los procesos de reparación. Lo cierto es que los cuidados de la salud mental, tanto la asistencia en todos sus niveles como la prevención y promoción de valores en Salud Mental, dejó de ser un ámbito exclusivo de los médicos, para pasar a postularse su abordaje interdisciplinario, intersectorial, interprofesional e interinstitucional. Y, si bien el frente de los cambios estaba dirigidodesde el sector público, éstos afectaron al conjunto de las prácticas terapéuticas también en los sectores privados y de obras sociales y mutuales, que incorporaron rápidamente estos criterios y valores.
La multivocidad de sentidos con los que este término de Salud Mental fue introducido, generó un nuevo foco desde el cual abordar los problemas, y éste era el de comprender los sufrimientosmentales del individuo en el conjunto de sus relaciones familiares, grupales y sociales en un sentido amplio. Pero no se trataba en absoluto de disolver la singularidad del padecimiento, ni tampoco de hacer de los dinamismos sociales el lugar causal de los padecimientos del individuo. El objeto de la Salud Mental no es de un modo exclusivo el individuo o los conjuntos sociales, sino las relaciones quepermiten pensar conjuntamente al individuo y a su comunidad. Las prácticas asistenciales y de rehabilitación, dirigidas a las personas singulares, deben pensar a un individuo en sus relaciones sociales reales, lo mismo que las intervenciones comunitarias que se realizan desde el campo de Salud Mental deben comprender a la comunidad en las interacciones subjetivas, e individuales concretas,que son las que le dan vida.
Ahora bien, es justamente esta relación en la que se piensan los problemas de la salud mental, de la vida/de los individuos a la vida social, la que se ha tornado crítica en estos últimos años, el centro de este malestar no es otro que el de la relación de los individuos con el desenvolvimiento de lo social. La tensión existe y se extiende de un modo manifiesto...
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