Banidoso

Una rendija de luz
18 de abril de 1955. Albert Einstein había terminado su ciclo en estas cuatro dimensiones de materia y tiempo
"Ningún otro hombre ha contribuido tanto a la expansión del conocimiento en el siglo XX" —declararía el presidente Eisenhower— "Pero tampoco ha habido otro más modesto en la posesión de ese poder, que es el conocimiento. Ni más consciente de que el poder sin sabiduríaresulta mortífero". El hombre se alza de esta diminuta tierra. Contempla la miríada de estrellas, los ondulantes océanos y los susurrantes árboles y se pregunta asombrado... ¿qué significa todo esto? "El hombre con más capacidad de asombro y reflexión que ha aparecido entre nosotros, ha muert
Así se hablaba de él, el lunes 18 de abril de 1955. Albert Einstein había terminado su ciclo en estascuatro dimensiones de materia y tiempo. Espacio en el que su sensibilidad le llevó a revolucionar los conceptos que los seres racionales tenemos de nuestra realidad.
En una ocasión Einstein invitó a Saint-John Perse a Princeton para averiguar cómo trabajaba el poeta. "¿Cómo surge la idea de un poema?", le preguntó. El poeta le habló del papel que desempeñaban la intuición y la imaginación. "¡Lomismo le ocurre al hombre de ciencia! —le respondió Einstein encantado—. Es una iluminación repentina, un casi éxtasis". Es como un salto adelante de la imaginación. El pensamiento debe tener un cierto grado de estética. Un sentido de la belleza, capaz de captar a la naturaleza en sus formas. Es esa compleja sencillez con la que se expresa. "A la naturaleza le agrada la simplicidad", declararía antesde dejar Europa para siempre, huyendo de Hitler —pero más que nada— de un régimen que inhibía la libre expresión de las ideas. Cortar la rebeldía natural de este pisciano, era como sacarlo del agua para condenarlo a una "asfixia branquial". Einstein no concebía al hombre atado en el pensamiento.
"Se convirtió en una especie de jardinero que limpiara de malas hierbas un macizo de flores", decíael físico Lee Smolin de él. Si bien hubo otros que concibieron conceptos similares al reto de romper con la física tradicional newtoniana, sólo Einstein tuvo la templanza de retar a lo establecido para rebelarse a los axiomas inapelables de la época. Sólo su calidad moral le permitió avanzar entre la maleza.
Amante de la paz. De la igualdad entre los hombres. De la mujer en su infinita inquietud.De la amistad alojada en la inteligencia. De una buena tertulia aderezada con notas selectas de Mozart —su consentido—, Albert Einstein vivió mil vidas intemporales. Sintió las veces que quiso, el contacto con un Dios creador que en parte estaba en él. Luz divina que le dio la llave para escudriñar en el misterio de la vida. En la sinfonía de ser, para luego dejar de ser. En la vida y en lamuerte... Y lo que hay detrás de ellas.
En su juventud, se preguntó: ¿Qué pasaría si pudiera subirse a un rayo de luz? ¿Dónde se junta el magnetismo con la gravedad? ¿Puede una partícula estar en dos lugares al mismo tiempo? ¿De qué está compuesto un rayo de energía?: ¿Ondas, paquetes de materia... o las dos? ¿Se deforma la materia por el influjo de la gravedad, velocidad y tiempo? ¿Hay una ecuaciónque explique las leyes del cosmos? ¿Cuántas dimensiones hay y cuántas percibimos?... Pero también se cuestionó del capitalismo desenfrenado que producía grandes disparidades de riqueza. Ciclos de expansión, depresión y crecientes niveles de desempleo. Un sistema que alentaba al egoísmo en lugar de la cooperación. La adquisición de riqueza en lugar del servicio a los demás. Se educaba a la gente parahacer carrera, antes que para el amor al trabajo y creatividad. Señaló a los partidos políticos, corrompidos por las contribuciones de los dueños del gran capital.
Albert Einstein tuvo una luz, que le dio luz a las estrellas. Una mirada que hizo ver a los demás. Una postura que mostró el camino de dignidad que hay que tener para vivir. Y como él dijo cuando en sus últimos minutos los médicos...