Bomba de hidrogena en las islas bikini
Los efectos fueron devastadores. 15 megatones de energía desintegraron tresislas por completo e hicieron elevar la temperatura del mar a unos 55.000 grados, destruyendo por completo los atolones cercanos y dejando un gigantesco cráter de dos kilómetros dediámetro y 73 metros de profundidad.
A más de medio siglo del ensayo nuclear, un equipo de investigadores ha viajado a Bikini a estudiar la biodiversidad de la zona. Lo quehallaron fue verdaderamente fascinante.
Lo que esperaban era un verdadero paisaje lunar, pero en cambio se toparon con que un 70% de los corales de Bikini se había sobrepuestocompletamente a la devastación provocada por la bomba de hidrógeno.
Es verdad que al menos 30 especies han desaparecido, en comparación con diversos estudios realizados antes del estallidode la bomba de hidrógeno y de otras 22 bombas atómicas arrojadas allí entre 1946 y 1958. Sin embargo, al menos 12 especies se han identificado allí por vez primera.
Se cree que elmilagro se debe a la contribución del vecino atolón de Rongelap, que ha donado parte de la biodiversidad que hoy habita en Bikini, gracias a la afluencia de potentes corrientesmarinas que han arrastrado una gran diversidad de especies de uno a otro atolón.
Esto demuestra el particular poder de resilencia (capacidad de volver a su estado original) quepresentan los corales. Que en sólo 50 años, existan en una zona de especial actividad nuclear, enormes brazos de coral de más de ocho metros de alto es algo verdaderamente asombroso.
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