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El tiempo pasa y ni siquiera mira atrás para ver si vamos a su ritmo, estos 3 primeros meses han sido de sorpresa para muchos, de rutina para otros. El 1 de abril, la ciudad de Iquique y variasciudades a su alrededor en el Norte Grande de nuestro país sufrieron un fuerte terremoto que sacudió la tierra bajo sus pies con una magnitud de 8.2Mw, apenas el país comenzaba a agilizarse pararesponder ante tal catástrofe, un nuevo desastre aparecía frente a las costas de la zona central en nuestro país, un gran incendio produjo estragos en la ciudad de Valparaíso, 2900 viviendas quedaronreducidas a cenizas, además de dejar a 12500 personas damnificadas, dicha llamarada cobró la vida de 15 compatriotas y perdonó a otros 500 que resultaron con heridas de diversa gravedad.
Sin embargo, y loque nos llama más la atención, es como miles de voluntarios, entre ellos niños, jóvenes y adultos, no dudaron ni un instante y se pusieron a ayudar a través de sus propios medios, recogiendo escombros,depositando algo de dinero en una cuenta benéfica, denunciando las malas prácticas que siempre se dan en siniestros de este tipo, incluso vimos a un pequeño porteño dando vasos de limonada pararefrescar las gargantas de los agobiados voluntarios, ayudando a sus familiares, entre muchos otros actos dignos de un homenaje.
Pero dentro de esta atmósfera de alza y recuperación, hubo ciertassituaciones que se dieron en la “ayuda” entregada por el gobierno, 200 mil pesos por familia para poder hacerse de ropa, pero que sin embargo solo podían usarse en ciertas multitiendas, bonos de 1 millón depesos para los damnificados que solo podían usarse con ciertas empresas de contratistas “aprobadas por el estado”. La misma hija de Salvador Allende, persona que tanto defendió los derechos de lostrabajadores y la gente, y que se desempeña como presidenta del Congreso Nacional, declaró la sede del mismo como no apto para usarse como refugio o centro de acopio.
Pero las contradicciones en...