Brindis

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NO ME HECHES LA SAL

Una bella tradición mexicana es la de las ofrendas. Quienes acostumbran ponerlas, se esmeran para que resulte un homenaje colorido a sus muertos. Entrelos elementos que toda ofrenda debe llevar, destaca la sal. Se dice que evitara que el muerto se contamine en su viaje hacia la tierra y que va a alejar de el a los malos espiritus.Estas creencias sobrela sal no es solo en nuestro país. Desde la antigüedad y en varias culturas, la sal ha estado ligada a las supersticiones: para unos es de buena suerte, para otros, no.Sobre ella se han contadomuchas historias y consejos.

Hacia el siglo XV en los países que sufrían el maleficio de las brujas, las personas acostumbraban llevar al cuello un puño de sal envuelto en cera bendita y bajo ningunacircunstancia se lo quitaban, pues ese colgajo era un amuleto contra la brujería.

Hoy en día se considera de mala educación darle a una persona el salero en la mano y echar sal en un plato ajeno,porque se cree que quien pasa la sal, pasa el dolor.Ademas,desde principios del siglo XIX,se dice que cuando este elemento cae sobre el mantel, quien la tiro debe poner una piza de sal regada en suhombro izquierdo para que el diablo no sepa hacia quien dirigirá la mala suerte. Y ejemplos asi hay muchos: Unos aseguran que no se debe pedir sal prestada ni mucho menos devolverla, pues con ello acarreanel infortunio. Tampoco es buena señal romper un salero: esta acción esta bajo el signo de la muerte.

Frases populares como “no me heches la sal”, “estoy salado”, “me cayo la sal”, “se salo elproyecto”, etcétera explican la idea de mala fortuna que se tiene sobre ese ingrediente.

Pero no todo lo que tiene que ver con la sal es malo, sobre todo porque según las tradiciones de muchos...