Círculo De Fuego 2 - Feliz Encuentro

—No puedo creer que por fin estemos aquí —dijo Kate Morgan, mirando a su alrededor y sonriendo al chico tan guapo que estaba sentado frente a ella.
Su mesa estaba en el rincón, junto a una ventana. En el exterior, el muelle donde se encontraba el restaurante estaba envuelto en una neblina fina y gris, típica del mes de marzo, pero de vez en cuando se abría un claro y Kate podía ver el reflejo dela luna sobre el océano. La llama de la pequeña vela que había encima de la mesa bailaba alegremente dentro de la lámpara de cristal e hizo que la chica se olvidara del frío que había envuelto la ciudad justo los días anteriores al inicio oficial de la primavera.
—Te lo dije, y yo siempre cumplo mis promesas —dijo Scott Coogan, sonriendo despreocupadamente, que era una de las cosas que Kateencontraba más atractivas de su novio.
Su novio. Esas palabras hicieron que un escalofrío de alegría le recorriera toda la piel como si fuera electricidad. Mientras miraba los ojos azules de Scott, Kate no podía creer que hacía tan sólo seis semanas ella y Scott jamás se habían dirigido la palabra. «Si no hubiera sido por el hechizo», pensó para sí misma.
El hechizo. Seguía sintiéndose fatal poreso. Cuando encontró el libro de hechizos entre los otros que había sacado de la biblioteca para su trabajo de la clase de historia sobre la caza de brujas, pensó que todo aquello era ridículo. Leer los rituales y las consignas era divertido, pero jamás creyó que funcionaran de verdad.
No hasta que intentó uno. El hechizo Ven a mí, Amor parecía inofensivo cuando lo leyó en el libro. Incluso parecíainofensivo cuando lo utilizó para conseguir que Scott se fijara en ella. Y cuando se fijó en ella, ella fue la primera sorprendida. Sorprendida y feliz. Al menos hasta que después empezó a suceder todo lo malo.
Sin embargo, no quería seguir pensando en eso. Había sido horrible. Si no llega a ser por Annie y Cooper, no sabía dónde estaría ahora. Posiblemente todavía estaría intentando neutralizarel hechizo que se le había escapado de las manos. Si hubiera podido hacerlo.
Al final, ella y sus amigas habían detenido el hechizo. Y lo mejor de todo, Scott seguía con ella incluso sin utilizar la magia. Sin embargo, todavía había días en que Kate se preguntaba si realmente ella le gustaba o si todavía estaba algo encantado por el ritual que había realizado sirviéndose de un muñeco que se leparecía. Todavía no tenía muy claros sus pensamientos acerca de la magia y la brujería, a pesar de que había visto con sus propios ojos lo que podían llegar a hacer.
—¿En qué piensas? —La voz de Scott hizo que Kate dejara de soñar con los ojos abiertos.
—En nada —dijo ella, rápidamente—. En lo bien que estoy aquí contigo.
—Siento que hayamos tardado tanto —dijo Scott, cogiendo un trozo de pan dela cesta y untándolo con mantequilla—. Entre el instituto y el trabajo, tus partidos de baloncesto y las actividades con los scouts, jamás creí que pudiéramos encontrar una noche libre.
Esto era otra cosa en la que Kate no quería pensar: las pruebas. Scott, estudiante de último curso, era el capitán del equipo de fútbol americano del Instituto Beecher Falls. Era un gran jugador, y variasuniversidades se habían interesado en él por sus cualidades futbolísticas. Durante el último mes lo habían hecho ir a varios campus y habían intentado que se comprometiera para jugar con ellos el próximo año. Al principio sólo fue una universidad, una que no estaba demasiado lejos de Beecher Falls, pero luego llamaron otras tres, que estaban más lejos, y ahora Scott estaba intentando decidir a cuál queríair.
Kate intentaba mostrarse entusiasmada, pero tenía mucho miedo de que Scott acabara en alguna universidad al otro lado del país. Deseaba que ella también estuviera en último curso, en vez de estar en segundo. Entonces quizás ella y Scott podrían ir juntos a la universidad. Sin embargo, ella no estaba en último curso y, a medida que se acercaba el verano, más preocupada estaba por saber qué...