La cabeza: es la parte superior del cuerpo, unida al tronco por el cuello. Es el centro de control, comunicación y el área de “carga y descarga” del organismo. Alberga el cerebro y por lo tanto, es el lugar de la ideación consciente, la creatividad, la imaginación, las respuestas, la toma de decisiones y la memoria. Contiene receptores sensoriales especiales (ojos, oídos, boca y nariz) e instrumentos para la emisión de la voz y para la expresión; es la puerta de entrada para el combustible (alimentos), el agua y el oxígeno y la puerta de salida para el dióxido de carbono. La cabeza contiene el encéfalo y sus cubiertas protectoras (cavidad craneal y meninges), los oídos y la cara. La cara posee aberturas y vías de paso, con glándulas lubricantes y válvulas (sellos) para cerrar algunas de dichas aberturas; posee además los elementos de la masticación y las órbitas, que albergan el aparato visual. La cara nos aporta también la identidad individual. La región de cabeza y cuello es el área comprendida entre una línea tangente que pasa en la parte superior del cráneo (bóveda craneal) y una línea imaginaria que pasa por la cara superior de ambas clavículas (incluyendo la escotadura yugular) en la parte anterior; y que luego se dirige al vértice de la apófisis espinosa (prominente) de la 7ma vértebra cervical, en la parte posterior. La cabeza comprende dos regiones ‐el cráneo y la cara‐, que están divididas en otras sub‐regiones. I. CRÁNEO: El cráneo es el esqueleto de la cabeza. Diversos huesos constituyen sus dos partes, el neurocraneo y el viscerocraneo. El neurocraneo: es la caja ósea del encéfalo y sus cubiertas membranosas, las meninges craneales. Contiene también las porciones proximales de los nervios craneales y los vasos encefálicos. El neurocraneo del adulto ...
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