Cadabver

Ana Mariela Fragoso Olivares

El cadáver

Tenía sólo 19 años, cuando ese terrible “accidente”, me desconectó de este mundo.
Esa madrugada del sábado 10 de noviembre, celebrando que cumplía unaño más, entre ese “La última y nos vamos”, no supe separar entre mis límites y mis excesos.
Pasadas las 3:15 de la mañana, después de tantos abrazos y risas, después de ese shot extra de whisky, quevertiginosamente me nublaron el panorama ; tuve la magnífica idea de tomar mis llaves del auto, creyéndome tan poderosa y ahí fue cuando todo ocurrió.
Con Bellas Artes como escenario, perdida enesa hora gris, perdida en mis pensamientos, fue cuando dije adiós. Creí que solo era un bostezo, un respiro para continuar con mi camino.
Y cuando desperté, ya no estaba. Sentí un escabroso frío enla espina dorsal, en el momento que me vi en se lugar, donde la claustrofobia, me invadió, lo único que se me ocurrió pensar, es que seguramente estaba en casa de mi amigo, aventándome uno de esos“sueños de opio”, que suelo tener después de tan tremenda juerga. Y que seguramente en cualquier momento me despertaría para platicarle, como todas las mañanas, a veces sin saber donde estábamos; misincoherencias.
Y de repente, voces, llantos y una que otra risa perturbó mi mente, quería escuchar claramente a cada uno, pero no podía. Me acerqué de nuevo a esa habitación de madera con sillones ytremendo olor a gerberas y margaritas que llegó a ser empalagoso. Me acerqué más, luego más y volví a ver, eso que mis ojos no podían creer. Mi cuerpo en esa fría caja, con un cristal, tranparente ybrilloso, como el de las de mis tiendas preferidas, me separaban de mi madre y de mi hermano.
Ellos sólo preguntaban ¿En qué estabas pensando?, yo no sabía qué contestar, como todos lo regaños queellos me hacían, quería abrazarlos y contarles todo, pero no me escucharon. Mis amigos se reían entre lágrimas, y escuchaba que recordaban tantas cosas que habíamos pasado juntos, quería reírme...