Calakmul, El Paraíso De La Fauna Libre

Calakmul, el paraíso de la fauna libre
Jean Sidaner
jean@sidaner.com

CALAKMUL.
“Calakmul a 60 kilómetros”, anuncia el letrero cuando pasamos el reten ejidatario que cobra un supuestomantenimiento de los 20 kilómetros siguientes de la carretera asfaltada, triste reflejo de los impuestos novohispanos y arbitrarios que quiso erradicar en vano la Independencia y la Revolución. La zonaarqueológica, Patrimonio Cultural de la Humanidad, se ubica en el Petén campechano, a escasos kilómetros de la frontera con Guatemala.
Calakmul, ciudad milenaria, la capital del reino de la Cabeza deSerpiente, el reino de Kann, la ciudad que se atrevió a desafiar a Tikal y logró vencerla y dominarla durante más de un siglo. Tiempos de guerras cruentas, de guerras sin fin. En los glifos de una de las 120estelas que se encontraron en la ciudad, el rey derrotado de El Naranjo, enemistado con Calakmul, aparece con el apodo de K’uxaj , es decir “el comido”.
Los sitios arqueológicos recientementeabiertos al público en el sureste mexicano –a los ojos de los turistas inexpertos, entre los cuales me incluyo– se parecen en demasía. Con esta duda, me encaminé por la última etapa sobre la estrecha pero enbuen estado carretera. En su orilla, los esqueletos de los chicozapotes sangrados por los chicleros, mismos que redescubrieron Calakmul en 1931, marcan el camino recorrido.
El milagro ocurrióacabando los veinte kilómetros vigilados: un hocofaisán cruzó la carretera, soberbio, con su traje de ceremonia negro, su copete de plumas rizadas y su protuberancia amarilla, insolente como un emperadorromano. Un venado emergió del bosque y en un par de saltos, etéreo, se esfumo de nuevo en la cortina de árboles.
Al poco tiempo, una parvada de pavones ocelados busca esconderse, sin mayor apuro, en elbosque. No sabré decir quien los vistió con los arcoíris del cielo o si ellos mismos, traviesos, se revolcaron sobre la paleta de Van Gogh. Son tan numerosos a lo largo del camino que si te...