Calidad de las Elecciones en America Latina



La calidad de las elecciones en América Latina

Dra. Flavia Freidenberg
Directora
Instituto de Iberoamérica
Universidad de Salamanca
flavia@usal.es




I. Las elecciones como un proceso central de la democracia

Las elecciones son el corazón de la democracia representativa. Sin elecciones libres, justas y competitivas, resulta muy difícil que los ciudadanos vivan en un sistema democrático(Schattschneider 1964). Esta idea tan básica ha sido el paradigma predominante en la relación entre elecciones y democracia durante gran parte del siglo XX, fundamentalmente desde la perspectiva de la democracia elitista o pluralista (Dahl 1971). Esta idea también tuvo gran relevancia en el modo en que las élites y los ciudadanos de América Latina entendieron a la democracia, tras los procesos detransición política de la tercera ola de finales de la década de 1970.

Si bien las elecciones no son el único mecanismo de distribución de poder para seleccionar cargos públicos, ya que hay otros como el consenso, el sorteo, la antigüedad, la herencia, el concurso-oposición o la designación; las elecciones se han convertido en el centro neurálgico de la democracia. Los ciudadanos están yafamiliarizados con esta idea y saben que el hecho de que se convoque a un proceso electoral es positivo para la rutinización de la democracia1.

Las elecciones son como un juego de barajas, en el que compite una serie de individuos y/o grupos, con sus ideas y recursos, en el que algunos ganan y otros pierden. Tres elementos claves para comprender cómo funcionan las elecciones son a) el grado deincertidumbre en los resultados (no saber quien va a ganar); b) el hecho de que se realicen cada determinado tiempo para generar escenarios que hagan probable la alternancia de los gobernantes y c) las oportunidades de ejercer control a los representantes por parte de los ciudadanos, a través del ejercicio del accountability vertical (premio-castigo). El modo en que las elecciones se lleven a cabo, lasfunciones que cumplan y los derechos que efectivamente garanticen son claves para determinar la salud democrática de un sistema político2.


II. Las elecciones con cancha inclinada no garantizan la democracia

Las elecciones son una condición necesaria para que haya una democracia, pero no es una condición suficiente3. Para que las elecciones garanticen que se está ante un sistema democrático debencumplir una serie de requisitos y, fundamentalmente, ser: competitivas, libres y justas. Esto quiere decir que en esas elecciones los candidatos deben tener acceso equitativo a los recursos; que los incumbents no deberían hacer campaña para sí mismos y sus candidatos con los recursos del Estado que controlan; que no es posible que haya candidatos y/o partidos proscritos o caciques locales quemanipulen a autoridades u organismos electorales, amañan elecciones, condicionen la libertad de expresión de otros ciudadanos y/o periodistas que se autocensuran, pierden su trabajo (y hasta su vida) por investigar a hombres todopoderosos que controlan la política local y/o nacional.

Esta visión de las elecciones libres y justas es la que predominó durante muchos años, avalados por la “Declaraciónsobre los criterios para elecciones libres y justas”, adoptada por unanimidad por el Consejo Interparlamentario en su 154ª reunión (París, 26 de marzo de 1994). Con esta posición, se establece que las elecciones deben cumplir una serie de requisitos vinculados al modo en que se vota (gobernanza electoral), a los derechos de los ciudadanos y a las obligaciones del Estado respecto a como garantizar elpluralismo, el secreto del voto, la libre presentación de alternativas en competencia, la libertad de expresión o la igualdad de las condiciones en el ejercicio de la competencia y el acceso a los medios de comunicación4.

El paradigma de las elecciones libres y justas fue el que dominó durante muchos años entre los políticos, las organizaciones que observan elecciones y la investigación...