Canibal

Páginas: 9 (2104 palabras) Publicado: 27 de febrero de 2012
EL ANTROPÓFAGOAllí está,en la Penitenciaria,asomando por entre las rejas su cabeza grande y osci-lante,el antropófago.Todos lo conocen. Las gentes caen allí como llovidas por ver al antropófago. Dicenque en estos tiempos es un fenómeno. Le tienen recelo. Van de tres en tres,por lo menos,armados de cuchillas,y cuando divisan su cabeza grande se quedan temblando,estreme-ciéndose al sentir elimaginario mordisco que les hace poner carne de gallina. Despuésle van teniendo confianza; los más valientes han llegado hasta provocarle,introducien-do por un instante un dedo tembloroso por entre los hierros. Así repetidas veces como sehace con las aves enjauladas que dan picotazos.Pero el antropófago se está quieto,mirando con sus ojos vacíos.Algunos creen que se ha vuelto un perfecto idiota; queaquello fue sólo un momentode locura.Pero no les oiga; tenga mucho cuidado frente al antropófago: estará esperando un mo-mento oportuno para saltar contra un curioso y arrebatarle la nariz de una sola dentellada.Medite Ud. en la figura que haría si el antropófago se almorzara su nariz.¡Ya lo veo con su aspecto de calavera!¡Ya lo veo con su miserable cara de lázaro,de sifilítico o de canceroso! ¡Conel un- guis asomando por entre la mucosa amoratada! ¡Con los pliegues de la boca hondos,ce-rrados como un ángulo!Va Ud. a dar un magnífico espectáculo.Vea que hasta los mismos carceleros,hombres siniestros,le tienen miedo.La comida se la arrojan desde lejos.El antropófago se inclina,husmea,escoge la carne -que se la dan cruda-,y la mascasabrosamente,lleno de placer,mientras la sanguaza le chorreapor los labios.Al principio le prescribieron dieta: legumbres y nada más que legumbres; pero habíasido de ver la gresca armada. Los vigilantes creyeron que iba a romper los hierros y co-mérselos a toditos. ¡Y se lo merecían los muy crueles! ¡Ponérseles en la cabeza el marti-CENTENARIO 1906-200628
rizar de tal manera a un hombre habituado a servirse de viandas sabrosas! No,esto no lecabe anadie. Carne habían de darle,sin remedio,y cruda. ¿No ha comido usted alguna vez carne cruda? ¿Por qué no ensaya?Pero no,que pudiera habituarse,y esto no estaría bien. No estaría bien porque losperiódicos,cuando usted menos lo piense,le van a llamar fiera,y no teniendo nada defiera,molesta.No comprenderían los pobres que el suyo sería un placer como cualquier otro; comocomer la fruta en el mismoárbol,alargando los labios y mordiendo hasta que la miel co-rra por la barba.Pero ¡qué cosas! No creáis en la sinceridad de mis disquisiciones. No quiero que na-die se forme de mí un mal concepto; de mí,una persona tan inofensiva.Lo del antropófago sí es cierto,inevitablemente cierto.El lunes último estuvimos a verlo los estudiantes de Criminología.Lo tienen encerrado en una jaula como de guardarfieras.¡Y qué cara de tipo! Bien me lo he dicho siempre: no hay como los pícaros para dis-frazar lo que son.Los estudiantes reíamos de buena gana y nos acercamos mucho para mirarlo.Creo que ni yo ni ellos lo olvidaremos Estábamos admirados,y ¡cómo gozábamos almismo tiempo de su aspecto casi infantil y del fracaso completo de las doctrinas denuestro profesor!-Véanlo,véanlo como parece un niño -dijouno.-Sí,un niño visto con una lente.-Ha de tener las piernas llenas de roscas.-Y deberán ponerle talco en las axilas para evitar las escaldaduras.-Y lo bañarán con jabón de Reuter.-Ha de vomitar blanco.-Y ha de oler a senos.Así se burlaban los infames de aquel pobre hombre que miraba vagamente y cuya gran cabeza oscilaba como una aguja imantada.Yo le tenía compasión. A la verdad,la culpa no era de él.¡Qué culpa va a tener unantropófago! Menos si es hijo de un carnicero y una comadrona,como quien dice del es-cultor Sofronisco y de la partera Fenareta. Eso de ser antropófago es como ser fumador,o pederasta,o sabio.Pero los jueces le van a condenar irremediablemente,sin hacerse estas consideracio-nes. Van a castigar una inclinación naturalísima: esto me rebela. Yo no quiero que se pro-ceda de...
Leer documento completo

Regístrate para leer el documento completo.

Estos documentos también te pueden resultar útiles

  • El Canibalismo
  • canibalismo
  • Canibalismo
  • canibalismo
  • El Canibalismo
  • Canibalismo
  • Canibalismo
  • Canibalismo

Conviértase en miembro formal de Buenas Tareas

INSCRÍBETE - ES GRATIS