caperucita roja

Caperucita Roja

Erase una vez una niña muy linda y simpática que vivía en un pequeño pueblo, cerca de un bosque.
La mamá le hizo un día una capucha de color encarnado para que pudiera ir a la escuela sin pasar frío en invierno y también para que le tapara el sol en verano.
A la niña le gustó tanto su caperuza que siempre la llevaba puesta.
Estaba tan graciosa con su tocado que todosolvidaron su nombre y la llamaban Caperucita Roja.
Tenía Caperucita una abuela muy anciana y buena que vivía al otro lado del bosque.
Siempre que podía, Caperucita iba a visitar a su abuela.
La abuelita le arreglaba una rica merienda y después le contaba cuentos.
Había además otro motivo por el que a Caperucita le gustaba ir a ver a la abuela: el camino pasaba e medio del bosque.
Caperucita eratambién amiga de los leñadores que iban al bosque a cortar árboles para hacer leña. A los leñadores les gustaba charlar con ella cuando los encontraba en su camino.
Aquel invierno había hecho mucho frío.
Los lobos tuvieron que bajar de la sierra para cazar en el bosque e incluso acercarse al pueblo donde robaban gallinas y también alguna oveja del pastor. Al llegar la primavera, todos los loboshabían vuelto a sus montañas menos uno, Viejo, que era el más listo y valiente de todos. Vivía en el bosque y ni los leñadores ni los cazadores podían atraparle.
Un día, la mamá dijo a Caperucita:
He sabido que la abuela está enferma. Irás a verla para saber cómo se encuentra y le llevarás esta tarta que acabo de hacer.
Caperucita se puso muy contenta; tomó, pues, la cesta que le daba su madre y semarchó hacia el bosque saltando y brincando.
Al rato de andar le salió al paso el lobo Viejo. Quien no viera los dientes largos y afilados que escondía en su boca, podía pensar que era un perro muy grande.
Esto fue lo que imaginó la niña, por lo que no se asustó cuando el lobo se acercó a ella.
El lobo se acercó a Caperucita y le preguntó:
¿Dónde vas, linda niña, sola por el bosque?
Voy acasa de mi abuelita, a llevarle esta tarta.
¿Está muy lejos la casa de tu abuela?
Sí – le contestó Caperucita -. Al otro lado del bosque, más allá del molino.
Es la primera casa del pueblo.
Bien, bien, bien – volvió a decir el lobo mientras pensaba su plan-.
Mira – continúo el lobo -. Yo iré también a casa de tu abuela a visitarla.
Cada uno irá por un camino diferente y veremos quién llegaantes.
Bien, estoy de acuerdo – contestó Caperucita.
Pues ya está decidido. Yo tomaré por este camino y tú irás por este otro.
Caperucita no tuvo ningún inconveniente y cada uno se puso a andar por el camino que le correspondía. Lo que no sabía Caperucita era que el trecho que ella iba a recorrer era mucho más largo que el del lobo.
Y tampoco vio cómo, al cabo de un momento, el lobo echó a corrercon todas las fuerzas que le permitían sus largas piernas.
Esto no había sido el trato. Otro engaño que viejo hacía a Caperucita.

Caperucita continuó andando tranquilamente por el bosque.
A cada paso encontraba un detalle que le hacía para… y mientras tanto el lobo corría hacía su meta.
Así, sin darse cuenta, llegó Caperucita al claro de la Fuente Verde, donde los leñadores habían instaladosu campamento.
Después de saludarlos, se despidió de ellos y continuó su camino.
Mientras caminaba, pensaba estas cosas: “El lobo ya habrá llegado seguramente.
Quizá se enfadará conmigo porque he tardado tanto”.
Y no andaba equivocada.
Hacía un buen rato que Viejo había llegado a casa de la abuela…
Tranquilo, se acercó a la casa de la abuelita.
Llamó a la puerta con su gruesa pata.
¡Pam,pam!
¿Quién es?
Soy tu nieta, Caperucita Roja. Te traigo una tarta.- dijo Caperucita.

El lobo procuró esta vez que su voz sonara más dulce y le dijo:
Gira el mango y se abrirá el pestillo.
Caperucita hizo girar el mango y la puerta se abrió.
El lobo se tapó bien con las ropas de la cama y le dijo a la niña:
Deja las cosas en el estante y acércate a la cama, hija mía:
Caperucita se...