Capitulo IV MODO DE CONDUCIRNOS EN DIFERENTES LUGARES

Páginas: 8 (1931 palabras) Publicado: 28 de septiembre de 2014
CAPITULO IV
Del modo de conducirnos en diferentes lugares fuera de
nuestra casa.
ARTICULO I. — Del modo de conducirnos en la calle
Conduzcámonos en la calle con gran circunspección y decoro, y tributemos las debidas atenciones a las personas que en ella encontremos; sacrificando, cada vez que sea necesario, nuestra comodidad a la de los demás, conforme a las reglas que aquí se establecen.Nuestro paso no debe ser ordinariamente ni muy lento ni muy precipitado; pero es lícito a los hombres de negocios acelerarlo un poco en las horas de trabajo. Los movimientos del cuerpo deben ser naturales y propios de la edad, del sexo y de las demás circunstancias de cada persona.
Los brazos ni deben caer de su propio peso de modo que giren libremente, ni
contraerse hasta el punto de que vayancomo adheridos al cuerpo, sino que deben gobernarse lo suficiente para que lleven un movimiento suave y elegante.
.
Nuestras pisadas deben ser suaves, y nuestros pasos proporcionados a nuestra estatura. Sólo las personas ordinarias asientan fuertemente los pies en el suelo, y forman grandes trancos para caminar. Respecto del paso demasiado corto, ésta es una ridícula afectación, tan sólo propiade personas poco juiciosas.
Siempre es un acto descortés y tan solo propio de gentes vulgares el fumar por la calle; pero no podría expresarse nunca debidamente la enormidad de la falta que comete el que los hace cuando va con señoras. Sin embargo, las costumbres han cambiado tanto a este respecto que ya no es raro ver caballeros, o al menos quienes lo parecen, que acompañan señoras por la calley van fumando muy quitados de la pena. La costumbre de fumar en la calle, por otra parte, ya está tan generalizada y aceptada, que hasta los vehículos públicos tienen destinados lugares especiales para los fumadores. Por nuestra parte, recomendaríamos a nuestros lectores se abstuvieran por completo de fumar en público, y menos, como prohibe el autor, cuando el hombre va acompañado de señoras.Jamás pasemos por entre dos o más personas, quienes fueren, que se hayan detenido a conversar; y en el caso de que no podamos evitarlo, por ser el lugar estrecho o por cualquier otra causa, suspenderemos por un momento nuestra marcha y pediremos cortésmente permiso para pasar por en medio.
Debemos un saludo, y las señoras una ligera inclinación de cabeza, a las personas que encontrándose detenidas,se abren para dejar libre el paso por la acera o por en medio de ellas.
No debe saludarse nunca a la persona con quien no se tiene amistad. Sin embargo, debemos siempre un saludo a las personas de alta respetabilidad a quienes encontramos de cerca, y a todas aquellas que de un modo notable nos hayan cedido la acera con la intención de obsequiarnos.



Cuando encontremos a una persona denuestra amistad, acompañada de otra que no lo sea, haremos de manera que nuestro saludo las incluya a ambas.
En el caso del párrafo anterior la persona que va con nuestro amigo, si es una señora, deberá contestamos con una ligera inclinación de cabeza, y si es un hombre, se tocará el sombrero.

Para quitarnos y tocarnos el sombrero, y para todos los demás movimientos de cortesía en que hayamos deusar de la mano, empleemos generalmente la derecha.
. No saludemos nunca desde lejos a ninguna persona con quien no tengamos una íntima confianza, y en ningún caso a una señora ni a otra persona cualquiera de respetabilidad.

Cuando según se deduce de la regla anterior, podemos saludar desde lejos a una persona, hagámoslo únicamente por medio de una inclinación o de un movimiento de mano.Cuando encontramos a una señora o a cualquier otra persona respetable que nos manifieste el deseo de hablarnos, no permitiremos que se detenga, sino que, aún cuando llevemos una dirección opuesta, continuaremos marchando con ella hasta la esquina inmediata, donde ella misma deberá adelantar la despedida.
Jamás deberá un caballero incorporarse con una señorita que no vaya acompañada de alguna...
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