carros

"Donde quiera que estés y cuando quiera que leas esto, te quiero. Te quiero mientras escribo estas líneas, y te querré cuando las leas."






Me dijeron que quedaba mucho por sentir, pero es que en descuidos creamos universos. En descuidos te dan tres vueltas y te dejan boca arriba. Todavía sigo recordando sus latidos, sentir un insondable cansancio y en el silencio escuchar mínimocuando posa una impertinente mosca en el borde roble de la cama, sosiego supongo o silencio incomodo por creer que uno de los durmientes hace uso de la fatiga para tener placidez en el descanso, una tregua recuperadora, pero la realidad es que nadie duerme, persuadido de que un encuentro casual es lo menos casual en nuestras vidas te despiertas lentamente, cada ojo abriendo al unisonó con tiemposuficiente para navegar entre pensamientos a priori, se expande tu retina para admitir la travesía de la luz a tu cerebro, entretanto tus rodillas flaquean para estirar los huesos que perturban el aire con fuerza,¡Bah! flojera pereza... cuando logras abrir por completo tus ojos te das cuenta que no estás en tu cama, mucho menos en tu casa, radiante astro que te obliga a despertar, nadie lo quiere,solamente cuestionas por qué tan temprano tiene que salir y tan rápido dormir, en la cama mirando al techo notas un apretón, sientes esa caricia sientes el calor y no precisamente por la radiación, arcaicos movimientos que drenan cualquier forma de sonreír, canalizan todos tus sentimientos con solo tocar, al paso que dibujo siluetas en su estómago, olores penetrantes inyectan demasiada dopamina a tucuerpo, torrentes llenos de sentimientos, implacable manera de estar contigo, en ese justo momento cuando por completo han abierto tus ojos claramente sin distinción ves tú causa, sin parpadear ves tú gloria, mientras en el pecho enfilado, un recóndito suspiro, evitas que salga para no interrumpir su sueño, pero es imposible y mejor lo sueltas espaciosamente es lo que pasa cuando confías tanto en lacausa, desprecias toda utopía presente en ella, cuando confías tanto en ella te das cuenta que deja de importar en que habitación estas; en cual casa estas, tal cual desvanece la intriga por lo conocido, solo queda eso; lo aprendido.

No había momento para malos momentos, estaba todo listo para salir, pero trágicamente los enormes brazos de su cama nos agarraban con implacable fuerza, eraidiota sublevarse, pero con clemencia suplicábamos 5 minutos más para poder dar el gran salto al frío del suelo y echar a recorrer sin vuelta atrás, pensábamos demasiado para hacer nada, la técnica vaga de solicitar más tiempo era aumentar el deseo de permanecer; Por las células del sistema nervioso viajaba la idea maravillosa de dormir otro día mas junto a ella, una idea que estiraba el Cigomáticomayor (músculos de la cara para reír) con solo traerla al frente, pero esta vez era diferente, no molestaba madrugar teníamos todo encestado, un bolso negro atiborrado de suministros al lado de la puerta, donde espantosamente impedía abrirse por completo, allí aguardaba por ser levantado. En el mismo lugar atada una carpa, y una cobija, un hogar móvil ubicado en 2 metros cuadrados, con alimentaciónpara dos personas por dos largos días, en otro exagerado metro cuadrado mi felicidad, ya puesta de pie, ocupaba una baldosa, la electrostática sobre su cabello y su sonrisa tan gestual me arrancaba otra más grande a mí.

Una vez despiertos, su mirada asentada; semblante tan pulido, golpeaba su mirar como el martillo el yunque, así de sencillo; evitar que mis latidos se sintieran cuando fijamentedescansaba su mirada contra la mía, era imposible, las 8:00 de la mañana y ver su cuerpo en ropa interior con la mirada aun desvanecida, con una sonrisa enorme era gratificante, es el único momento en que te sientes tan contento pero con el cuerpo atado a la fatiga, puede más estar resbalando mis manos sobre su cuerpo que estar posado sobre un lado con los ojos cerrados muriendo por algunas...