Casa de moneda de méxico

Breve Historia de la Casa de Moneda de México

Dos son las cardinales vertientes que se desprenden del dilatado y rico historial de la Casa de Moneda de México: por un lado, su carácter de organismo institucional encargado de proveer al país de instrumentos de cambio propios, y de conceder, por ese medio, mayor fluidez a un movimiento económico cuyo crecimiento a través del tiempo no haconocido descanso; por el otro, su siempre renovado aporte artístico, su capacidad para transformar la entraña mineral de la tierra en prodigiosas piezas de oro, de plata, de cobre, de bronce que, desde su cuño, constituyen un testimonio invalorable no ya de la historia de una nación en particular, sino, más todavía, del desarrollo de la propia civilización. Extensas y de variada fuente son lasrelaciones que dan cuenta de los antecedentes prehispánicos de la moneda en el territorio del que hoy es el México moderno. Polvo de oro en transparentes canutos de pluma, circulares, cuentas de "jade" pulido, trozos de tela de algodón, purpúreas conchas marinas, de manera especial, los gramos del preciado cacahuatl de la región, constituían los principales medios de cambio en esta parte de la Américaprecolombina y, por ende, los antecesores inmediatos de nuestra moneda metálica.

Alboreando los turbulentos años de la conquista, la Real Cédula del 14 de Septiembre de 1519, autorizaba a Hernán Cortés aquilatar, fundir, marcar y quintar el oro labrado atesorado en grandes cantidades en la opulenta México-Tenochtitlan, utilizándose para tal fin el palacio de Axayácatl, padre del tlatoani Moctezumasegundo. De tal manera se establecía la que puede ser considerada como primera Casa de Fundición en las regiones de la llamada Nueva España, que proporcionaría a los castellanos - con el concurso de los hábiles y experimentados plateros de Azcapotzalco- la práctica que les permitirá más tarde llevar a cabo mayores y más elaboradas fundiciones. Instalado Cortés en Coyoacán, en 1521, y urgido tantopor los apremios reales como por los de su propia gente, dispuso prontamente que se instituyera una nueva Casa de Fundición en ese lugar, para lo cual habilitó una de sus habitaciones y, en presencia de tres oficiales de la corona procedió a fundir lo que, de acuerdo a la documentación recopilada por Francisco Antonio de Lorenzana, redundó en "más de ciento treinta mil castellanos" - la unidadprincipal de la época-, cuya quinta parte fue enviada al rey de España en carácter de "quinto real". Durante el período de la temprana colonia la desproporción entre los metales preciosos extraídos de las minas, de una abundancia considerable, y la moneda acuñada, sumamente escasa y fraccionada en piezas de muy alto valor, representó una incómoda rémora para la realización de las operacionescomerciales en pequeña escala. Ello determinó que se adoptara la medida de aceptar en las transacciones de todo tipo, el peso en oro o plata de determinada moneda, como sustituto de la moneda misma. De la segunda Casa de Fundición no salieron, naturalmente, piezas acuñadas a la usanza de las emitidas por las casas de moneda del Viejo Mundo, sino que lo hicieron bajo la forma de tejos estampados a golpesde martillo que, a causa de su rudimentaria concepción, escasa o nula semejanza guardaban con las monedas propiamente dichas, dado que difícilmente se hallaban dos cuya forma fuese la misma. Esta carencia estética, sin embargo, no obstaba para que dichos tejos fueran aceptados sin cortapisas a la hora de las transacciones, si bien las aleaciones de oro y cobre que se llevaron a cabo desde lasprimeras fundiciones vinieron a conspirar contra la estabilidad de los tejos y de la incipiente economía colonial, provocando un curioso fenómeno inflacionario. 1

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Aquel oro, conocido como de "tepuzque" (término con que los aztecas designaban al cobre) fue años más tarde retirado de la circulación y aceptado por la corona española como pago de diversos impuestos según algunos...