Caso de extirpacion de idolatrias en mangas

Cuestionando a su Autoridad: Cuando un juicio por temas religiosos, se convierte en un vehículo de cambio político. San Francisco de Mangas (1662)
“(…) y que el dixo don Alonso [Callan Poma] siempre se junta con españoles y se come con ellos y que no se junta con los yndios y porque los castiga para que vengan a la dotrina y que pose eso le deven de aborrecer y le levantan testimonios y esoresponde”
Francisco Gregorio, testigo de Callan Poma.
“(...) y que lo que sabe de público y notorio de publica bos y fama [sic] que Domingo Nuna Callam por mal nombre sayco y Pedro Rimay Chaua y Biolante [Quillay] del ayllo de Cotos son ministros (…) y don Alonso Callam Poma los ampara en su casa y los tiene siempre de continuo en ella”
María Ramires, Mestiza.
Jorge Luis Rojas RuncimanPontificia Universidad Católica del Perú
Introducción
La cristianización de los indios presentó un gran reto para los hombres de fe llegados a estas costas. Desde que los primeros conquistadores pusieron sus pies en tierra firme, leemos una conjunción de maravillas y repulsiones. Maravillados por la organización y jerarquía de los “sacerdotes”, la monumental de sus “mezquitas” o elimpresionante tallado de figuras de tamaño natural de diversos animales en metales preciosos. De otro lado, su repulsión se dirigía a los objetos de culto como: momias. Estas poseían tierras, mujeres, bienes y lo más importante, decisión. Los muertos solo pertenecían a un lugar y este lugar era bajo tierra. La razón por la que los habitantes de estas tierras actuaban así era porque no conocían la palabra deDios. Es más, estos hombres no son “hombres”, como ellos, sino “niños” en conciencia y espíritu. Debían ser introducidos al buen sendero, es decir, el sendero del señor.
Pasaron las primeras décadas y, antes de finalizar el siglo XVI, se celebraron en Lima tres concilios que determinaron las pautas para que los indios interioricen la palabra de Dios. Las distintas pedagogías adornaban bellamentelos estantes del arzobispado, puesto que su aplicación en el campo, tuvo diversos inconvenientes. Aceptar al indio como cristiano, involucraría tratarlos como a un español. Esto afectaría directamente los diversos intereses económicos y negocios en los que la población india se encontraba involucrada. Para mantenerlos activos en los diversos oficios, se flexibilizó las normas establecidas. Losindios pudieron practicar diversas ceremonias religiosas (honrar a los ancestros, ofrendas a las divinidades) o sociales (cortes de cabello, construcción de viviendas, etc.). Directa o indirectamente, este gran cumulo de factores permitió la continuidad de este estilo de vida entre los indios. El cristianismo entre los indios, aún no era sentido.
Para las fuerzas religiosas, este panorama erasombrío. Los teólogos señalaron que existía un nombre para llamar a este fenómeno entre los indios; idolatría. Uno de los principales teólogos del siglo XVI, el padre José de Acosta, expuso una teoría muy común entre los círculos religiosos de su época. Así como el “marranismo” se transmitía a través de la leche materna, recordemos que marrano fue expresión con la que se conoció a los judíos en laEspaña de reconquista, alojándose en el corazón y mente de los bebes, Acosta consideró que la idolatría se transmitía de la misma manera.
Pero existió una gran diferencia entre el marranismo judío y la idolatría india. Los judíos compartían las mismas ceremonias y simbologías entre sí. Eran físicamente identificables, puesto que se los circuncidaban, y siguieron ciertos tabús, como no comer carnede cerdo. En el nuevo continente, la religión estatal Inca cayó y las expresiones religiosas populares tuvieron un nuevo ascenso. No había un mismo patrón a lo largo del territorio; esta idolatría tuvo múltiples rostros, múltiples panteones divinos y múltiples especialistas. Esparciéndose como “peste”, Acosta la observó como “la mayor de todos los males (…) principio y fin de toda maldad (…)...