Caso Van Der Sloot

Caso Van der Sloot abre discusión sobre las nuevas relaciones entre jóvenes
Dos decisiones pudieron haber cambiado la trágica historia de Stephany Flores (21) aquella fría madrugada del domingo 30 de mayo. Si tan solo el hombre de seguridad del casino Atlantic City hubiera atendido la preocupación de Roberto Blades. El cantante panameño jugaba en una de las mesas cuando reconoció al ciudadanoholandés Joran van der Sloot (22) y alertó sobre los antecedentes criminales de este en Aruba. Nadie lo escuchó. Si tan solo Stephany hubiera hecho lo que minutos antes había dicho a su padre que haría: retornar a su casa luego de pasar el rato en Barranco. Pero no. Su afición por el juego la llevó al casino, donde la esperó el riguroso azar de la fatalidad.
La incertidumbre dio paso aldesconsuelo, cuando un día después, el lunes 31, la policía le comunicó a Ricardo Flores, padre de Stephany, que habían hallado abandonada la preciada camioneta Cherokee negra que su hija conducía. Adentro reinaba el desorden. Una lata vacía de Red Bull. Cinco botellas de gaseosa vacías. Ocho películas en DVD. Tres camisetas. Una bolsa celeste y una cajetilla de cigarros. El padre denunció el secuestro.
Ladesesperación se apoderó de la familia de Stephany cuando un amigo cercano de Ricardo Flores “googleó” el nombre del holandés con el que, según las cámaras del Atlantic City, su hija se había retirado. Así se enteraron de las acusaciones de asesinato y del dolor abierto en los padres de la estadounidense Natalie Holloway. Se descartó el secuestro. Se iniciaba así el calvario de la familia FloresRamírez.
MENTIROSO COMPULSIVO
La noche del último viernes y el amanecer de ayer Joran van der Sloot no pudo dormir. Desde que partió por tierra desde Tacna —expulsado por el Gobierno Chileno— estuvo despierto, pero callado durante todo el viaje a Lima.
Su inquietante e inexpresiva mirada varió cuando ingresó a la sede de la Dirincri, en Lima, ayer a las 10 a.m. Lucía ojeroso y desconcertado.Tras ser presentado a los medios en conferencia de prensa y ser interrogado por más de tres horas, el holandés fue trasladado pasadas las 3:30 p.m. a la fiscalía, para regresar después a la Dirincri. El juez de turno Rómulo Chira ha ordenado ampliar por siete días la detención. “Soy inocente, no he cometido ningún asesinato” es lo único que ha repetido Joran.
“Habla muy bien el español, es unmitómano, un hipócrita, estamos ante una persona que tiene experiencia para mentir”, señaló el coronel Miguel Canlla, jefe de la División de Homicidios. De Van der Sloot los psicólogos han dicho que se trata de un psicópata. “Tiene una apariencia amigable e inofensiva que facilita la seducción y posterior asesinato de sus víctimas”, advierte el psicoterapeuta Manuel Saravia, quien añade que estaspersonas “tienden a repetir las modalidades de sus crímenes en diferentes lugares”.
RESPONSABILIDAD Y FAMILIA
En el video grabado en el hotel Tac se observa al holandés ingresar a su habitación seguido de una cabizbaja Stephany. Ella camina lento. ¿Por qué la joven se fue con él a su habitación? ¿Por qué el personal del hotel decidió abrir la habitación recién dos días después de que Joran abandonaracon absoluta tranquilidad y sin pagar el alojamiento? Esta última interrogante deberán responderla los administradores del hotel.
La primera pregunta, sin embargo, es la que más tortura ahora a la familia de Stephany. “Debí ser más estricto con ella, los padres no sabemos enfrentar esta nueva modernidad”, dijo un desconsolado Ricardo Flores luego de enterrar a su hija.
Los motivos de Stephany nose conocen, pero su historia ayuda a entender las nuevas formas de relación entre los jóvenes y adolescentes. Se busca aprender de la experiencia. La psiquiatra Susana Giesecke sostiene que asistimos a una serie de actitudes y comportamientos poco reflexivos, sin responsabilizarse por los límites. “La adolescencia se está alargando más allá de lo establecido. Los jóvenes de 21, 22 y más años...