CIENCIAS DE LA COMUNICACIÓN

ACTITUD DEL PERIODISTA
Lo indicado con en el epígrafe anterior no significa que el entrevistador deba abstenerse de cualquier manifestación de asentimiento a las palabras del entrevistado. Todo lo contrario, un ligero cabeceo o cualquier otro gesto que sirva para indicar que estamos siguiendo su discurso e incluso que nos parece bien – si realmente es así- ayuda a que el informante continúehablando con mayor seguridad y tranquilidad notas cuando la fuente se refiere a un asunto que no nos interesa para nada o que ya conocemos de sobra. Si ve que dejamos de escribir, advertirá que hemos perdido interés en sus palabras, y a nadie le gusta que su interlocutor estime en poco o en nada lo que uno dice. También se puede utilizar este recurso- abandonar las notas- para manifestarindirectamente que uno no está satisfecho con la respuesta, como ocurre en la entrevista (Anexo 2,18): urbano le había preguntado a umbral la razón de su salida de El País. Tras una respuesta sucinta, la entrevistadora añade la siguiente acotación:
(Umbral mira de reojo, para ver si con esta historieta me quedo satisfecha. Observa que no he tomado una sola nota. Eso, sin duda, le obliga a continuar ycontarme por que dejo el periódico de más tirada de España).
Resultaría también contraproducente lo contrario: que advirtiese un afán repentino por registrar detalladamente algo en el bloc de notas. Quizá no se había percatado de que esa afirmación por la que mostramos un especialísimo interés fuera tan valiosa y puede asustarse: bien porque reconoce de pronto su significado, bien porque lo ignorapor completo y no acierta a descubrir en que se basa nuestro interés. Ante ese tipo de declaraciones, conviene por tanto, mantener la compostura adoptada en el resto de la entrevista, sin emitir señales que alarmen al entrevistado. Otra cosa es que haya que repreguntar…
también ayuda mucho una cierta economía de gestos- no cruzar y descruzar las piernas constantemente, evitar hojear papelesmientras el otro contesta, etc.- y el mantener siempre la vista en el interlocutor, tanto mientras se le pregunta como cuando contesta. Esta actitud manifiesta, físicamente incluso, un interés real- y no meramente rutinario- por lo que dice. Además, en radio y en televisión, resulta absolutamente imprescindible para no distraer a la audiencia con gestos o ruidos.
No conviene interrumpir alentrevistado, salvo que advirtamos que abandona el tema y se introduce en otros que no tienen interés. En los primeros momentos puede ser conveniente permitirle algunas digresiones con tal de que siga hablando, para que tome confianza y seguridad. Probablemente es una interrupción innecesaria, que distrae a umbral de su relato, la que formula pilar urbano en anexo 1, 29 y 30, cuando interroga a umbralsobre la ortografía del hombre de una persona que acababa de mencionar: > Quizá- aunque toda entrevista es única y sus razones tendría la entrevistadora- se podría haber anotado esa duda para aclarar luego.
Las anotaciones, la tensión que produce estar pendiente de las respuestas y formular nuevas preguntas, la atención a los detalles significativos de ambiente o de personalidad, etc., no debenimpedir que, de cuando en cuando, el entrevistador haga un cierto balance mental de la entrevista: ¿Qué me está diciendo? ¿Cuál está haciendo su mensaje global? ¿Qué quiere decir con ese mensaje? ¿A que se dirige y con qué propósitos? ¿Qué asuntos nos previstos han salido en la conversación? ¿Algunos de ellos merece más atención? ¿Tanta como para cambiar el enfoque global que había diseñado para laentrevista? ¿Está respondiendo el personaje a la imagen que me había hecho de el? ¿En qué sentido la está modificando? ¿Hay una base real en ese cambio o solo habilidad – o falta de ella- por parte del informante?, etc.
Esta actitud de revisión constante de la propia entrevista resulta indispensable para mantener el control de la conversación: en otro caso, corremos el peligro de que el...