Cine Cubano

LA HABANA EN EL CINE.
La Habana ha tomado muchas y diversas imágenes dentro del cine que le ha representado. Por medio de una serie de cuatro ejemplos se intenta contar como la historia y la ciudad de La Habana cambia dependiendo de quien la vea y de cuando la vea.
En primer lugar, son raros los ejemplos cinematográficos en los que se vea representada la ciudad de La Habana en la épocapre-revolucionaria como en “Hotel de Muchachas” (1950) o el filme estadounidense “Nuestro Hombre en La Habana (1959, Carol Reed), quizá porque tampoco se había creado el ICAIC (Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos).
En segundo lugar, no es la misma interpretación de la ciudad la que se muestra en la coproducción cubano-soviética “Soy Cuba” (1964, Mikhail Kalatozov), donde se cuidanlos lugares, los encuadres, todo parece perfectamente en su lugar, encaja, al igual que el glamur encaja, también la decadencia encaja. Se muestra una ciudad de La Habana que confluye entre el lujo y la miseria.
En “Memorias del Subdesarrollo” (1968, Tomás G. Alea) se muestra una ciudad más subjetiva pero que consigue romper la ciudad que se describía en la anterior. Se trata ahora de una ciudadque aparece representada en otras grandes películas cubanas de la época como “Las Doce Sillas” (1962, Tomás G. Alea), o en “Muerte de un Burócrata” (1966, Tomás G. Alea).
Quizá, estemos hablando de dos modos diferentes de representar una ciudad, si bien la primera de estas películas muestra una Habana vista desde los ojos de un extranjero que se va a fijar en aquellos lugares que tendrán un mayoratractivo espacial y funcional para la película. Las películas del segundo bloque, quizá exceptuando a “Memorias del Subdesarrollo” (que va más allá), reflejan una ciudad de La Habana más verosímil con la de los propios habaneros de la época, que no necesariamente tiene que responder a la de los extranjeros.
El tercer lugar, en “Se Permuta” (1984, Juan Carlos Tabío), se muestra una ciudad de LaHabana que en gran medida se continúa con las primeras del ICAIC de la mano de Tomás G. Alea o que guardan cierta relación. Sin embargo, ahora se muestra una ciudad de La Habana más envejecida, más deteriorada. El encanto de la ciudad se une con el de sus gentes, ahora la cotidianeidad de la vida en la ciudad se hace patente y entra dentro de la esencia de la misa. Se trata de un cine de fuertecarácter humorístico con una tibia crítica social que también se refleja en otras películas como “Demasiado miedo a la vida o Plaff” (1988, Juan Carlos Tabío).
Será con la aparición de “Fresa y Chocolate” (1993, Tomás G. Alea y Juan Carlos Tabío) y “Guantanamera” (1995, Tomás G. Alea y Juan Carlos Tabío) cuando el cine en torno a la ciudad de La Habana (y por consiguiente el cine cubano) marque unpunto de inflexión. Ahora, bien sea por medio del humor o por medio de la reflexión (con mayor o menor toque de humor) nos encontramos ante una representación diferente de la crítica social, pese a seguir siendo la misma. Si bien es cierto, estas críticas siempre son edulcoradas en todos los aspectos. Pero la representación de la ciudad de La Habana, se muestra diferente por primera vez. Ahora noes una ciudad ruinosa o destartalada en la que hay que luchar para vivir, sino que es una ciudad en la que la gente se ha adaptado a vivir, comienza además a mostrar, por medio de la película, ciertos aires de nostalgia que hasta ahora quizá no aparecían.
Desde entonces, las películas cubanas producidas por el ICAIC dentro de la ciudad de La Habana son numerosas. Todas ellas se adentran en lascasas de los habaneros en mayor o menor medida. Nos cuentan historias anónimas, que en el fondo son las propias historias de la ciudad, el viejo corazón que late. Los viejos tópicos de “Memorias del Subdesarrollo”, la partida, las dos ciudades (La Habana y Miami) se camuflan dentro de esta ciudad partida. Las reflexiones morales individuales se hacen eco con las acciones y marcan en su conjunto...