Cochise

“Cochise” a vuelo de tequila.

Martin Emilio Rodríguez Gutiérrez, alias “Cochise” me mira fijamente mientras se escarba con la uña del dedo meñique, una tirita de carneque se le quedó enredada en los dientes. Su mirada está fija en mí, pero su mente está centralizada en el objetivo; tal como lo hace cada que se encuentra en su bicicletaesperando la autorización de la salida para iniciar la competencia.

“Cochise” no se muestra como un personaje fácil de entrevistar, se encuentra rodeado de objetos que demuestranel gusto del proletariado burgués y que aún así no hacen que el personaje hable y se sienta cómodo. Ni el sofá rosado chillón, ni el Corazón de Jesús, ni las porcelanas feaspero baratas hacen que el campeón muestre mayor interés por saber quién soy yo y por qué estoy allí, su concentración está en lo que come y en la emisora de música pachangaque da la hora a todo vapor.

Las preguntas de la entrevista varían entre el presente, el pasado y el futuro. Martin Emilio “Cochise” muy amablemente responde con sinceridad eignorancia mientras intenta detallarse a los “bomboncitos”, como lo expone él, que pasan por el barrio.

Es un personaje asediado, un ídolo y un hombre humilde. Él nopretende alcanzar la gloria pero pretende disfrutar de lo que hace por medio de una exigente rutina que le quita tiempo para el ocio. Desde muy pequeño ha sido un gran trabajadory ha procurado conseguir las cosas que desea por medio del trabajo honrado.

Martin Emilio ignora la realidad que hay más allá del mundo del ciclismo y de los bomboncitos.Por ello, si la situación fuera de otra manera, seguramente yo sería un ciclista famoso y “Cochise” sería el hombre que intenta entenderme y entrevistarme.

Maria José Díaz