Comics vs Movies

En los últimos tiempos los lectores de cómic plantean que la realidad debe ser implantada en los universos imaginarios de los superhéroes. Así, algunos aficionados aplauden la desaparición de los llamados supervillanos por ser considerados obsoletos y, más aún, ridículos, para lo cual alegan que, si los malvados quisieran conquistar el mundo de la realidad, nuestromundo, la gente se reiría deellos.  En los últimos tiempos los lectores de cómic plantean que la realidad debe ser implantada en los universos imaginarios de los superhéroes. Así, algunos aficionados aplauden la desaparición de los llamados supervillanos por ser considerados obsoletos y, más aún, ridículos, para lo cual alegan que, si los malvados quisieran conquistar el mundo de la realidad, nuestromundo, la gente se reiríade ellos.  La desaparición de los trajes es otro de los elementos considerado por los lectores como realista: "El Lobezno que mola es el que no tiene el disfraz" es el comentario de muchos. Ya no se acepta que se lleven trajes de "licra" de exagerados cromatismos, pero sí que sean de cuero, imitando los de las adaptaciones cinematográficas como X-Men o Daredevil; no importa que estén igual deajustados al cuerpo y exhiban colores chillones, mientras parezcan reales son aceptados: trajes con grandes botas, con arrugas que forman los pliegues de la ropa, sin capa, con protecciones que parecen músculos; no importa que en realidad todos esos cachivaches sean más un estorbo que otra cosa (el Batman de Michael Keaton se mataría cada dos por tres con tantos escollos), lo importante es que luzcancomo auténticos. Así, con la llegada de la película X-Men los editores de Marvel decidieron acercar a los personajes del cómic a sus homólogos cinematográficos: fuera uniformes, ahora parecen más moteros con chupas de cuero que superhéroes. Después del film Daredevil, la apariencia de Bullseye ha sido trasladada a los cómics en una mini-serie y además explicando el porqué del cambio, como siimportase mucho; no ha ocurrido así con Daredevil y Elektra, menos mal, aunque la Elektra deUltimate comienza a mostrar actitudes sospechosas. Ya veremos qué acontece con las futuras adaptaciones de Los Cuatro Fantásticos (1) e Iron Man. Con todo, estos cambios de uniforme no han sido aceptados por la mayoría de los lectores de Marvel, porque los trajes de "licra" han vuelto a los X-Men, aunque esto seamás por el anquilosamiento de los lectores, que no aceptan determinados cambios en sus héroes, que a la no implantación de lo real en los cómics.
A los aficionados a quienes les interesa un mundo de superhéroes realista es sólo para comprobar que en los tebeos haya elementos conocidos por ellos; prefieren que exista Nueva York en lugar de Metropolis, que George W. Bush sea presidente de losEstados Unidos, pero no Lex Luthor; que cuando los héroes luchen se destrocen edificios y fallezca gente; cuanto más catastrófico sea y haya más muertos, más verdadero les parece y, lo que es peor, lo consideran un buen cómic por ese mero hecho.
Lo gracioso es que esta cuestión está dividida entre dos editoriales, DC y Marvel -existen otras editoriales, desde luego, pero esas, acaso, no poseen elpeso suficiente para implantar los conceptos que disertamos-. Los lectores de DC aceptan que Coast City, una ciudad ficticia, sea destruida y mueran siete millones de personas, y cuyas consecuencias se reflejen en todo ese Universo; que exista Nueva York, pero también Metropolis; que Lex Luthor sea presidente y un sin fin de cosas que no existen en el mundo real; nadie se plantea que no sea George W.Bush el presidente ni cuestiona que el universo DC es completamente irreal y a la vez plenamente disfrutable.
Lo contrario ocurre con el lector de Marvel: a éste le deleita que sus superhéroes vivan y luchen en una ciudad real, Nueva York, y se acepta a regañadientes que algunos se aposenten en Los Angeles o en Londres, por poner dos ejemplos (muestra de esto es que han desaparecido los cómics...