Como buen europeo culto
Iba vestido casual pero igual con tintes elegantes, pues no había que vestirse para eso ya que era la primera vez que asistía.
Al ver a su amigo, seacercó tranquilo, con una diminuta sonrisa y correspondiendo al efusivo saludo con un asentimiento de cabeza y una media sonrisa. Obvio había llegado justo a tiempo: puntualidadalemana a todo lo que daba.
—Hallo, Italien. -dijo suavemente, acomodándose junto a él y esperando a que comenzara el desfile
Al verlo llegar, directamente fue a revisar elreloj que tenía en su muñeca izquierda, para comentar apenas lo tenía enfrente de él: —Ni un minuto antes ni un minuto después. ¡Tu puntualidad es envidiable!— dijo, aunque desdeluego que no lo decía para hacerlo sentir mal o algo así. De verdad lo pensaba así, y quería tener la misma suerte que el alemán. Pero claro, no todo se podría ser en la vida.Terminó por sonreír y mirarlo a los ojos, esbozando una sonrisa simpática. Después se fijó bien en cómo estaba vestido, y por suerte iba bien. Aún no lograba sacarse de la menteesos trajes de los Juegos Olímpicos, realmente no podía ver a Ludwig después de eso.
—Espero que las señoritas que te atendieron te hayan dado una buena atención. Son todas muybonitas, y muchos de aquí están felices. Aunque quizás no sean por las chicas, sino por el aire que hay en Venecia. De todas formas, ¡trato de que los festivales de mi país lesguste a todos! Sólo por intentar recuperar un poco la economía…— comentó, mientras seguía con esa sonrisa en su rostro para después mirar las calles. —Están preparando las cosas
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