Comparación De: La Película - Las Horas Contra El Libro - Casa De Muñecas.

Una Historia de Muñecas.
¿Hora de jugar... o de morir?

Las muñecas, son frágiles y fácilmente se pueden romper o estallar, estamos tratando con una metáfora, las muñecas representan la debilidadfemenina que existe en nosotras, el hecho de ser consideradas el sexo débil, de ser vistas como el sostén de un hogar, de una familia, el hecho de siempre haberles dado el puesto de cocinera,costurera, madre, hija, sobrina, señorita destacada de la sociedad, esposa... Es ahí donde quiero comenzar a plantear la situación, la mujer fue tomada en cuenta hasta que por falta de hombres en el mundolaboral por el hecho de la guerra, las mujeres comenzaron a tener un puesto importante, a trabajar, a demostrarse a ellas mismas de lo que somos capaces, desde ese momento, en la mente de la mujer, todauna revolución comenzaba a armarse, a tomar forma, a levantarse, con el paso del tiempo, logramos tener acceso al voto, logramos ser vistas y tomadas más que como una máquina para hacer hijos y unaesposa modelo, pero aún así, viéndonos que somos capaces de llegar a ser presidentas, pero siempre existirá la idea de que una mujer es débil.

Estas historias entrelazan a mujeres fuertes, decididasy desesperadas, en la obra de “Las horas”, nos muestran a una mujer desesperada que incluso llega a cometer actos desesperados, el besar a otra mujer, dejar a su hijo, el cometer un suicidio, porotro lado en la obra literaria “Casa de muñecas”, la desesperación de tener a su marido enfermo y encontrando el robo a la herencia de su padre como única salvación.

Mujeres decididas y determinadasaparecen en ambas obras, demostrando la “debilidad en tacones”, caemos, pero somos capaces de levantarnos hasta con tacones (esta frase la encontré, y de cierta manera explica que las mujeres tenemosuna fuerza única que nos hace invencibles, aún siendo delicadas como se ve).

Otro punto que quisiera tocar, es la época en la que son realizados, ambas son en tiempos en los que las mujeres ni voz...