Concilio Vaticano Ii
“Quiero abrir las ventanas de la Iglesia para que podamos ver hacia afuera y los fieles puedan ver hacia el interior”. Con esta frase definió el objetivo del sínodo Juan XXIII el 11 de octubre de 1962. Pronunció el discursoen una basílica de San Pedro que congregaba a más de 2.000 obispos y cargos religiosos llegados desde todos los países del mundo. Aquel día se encontraban en Roma tres mallorquines que participaron de forma directa en los cónclaves como miembros de pleno derecho. Eran “padres conciliares” como se les llamaba a los integrantes del Concilio que asistían a las sesiones de debate. Se trata de FrancescPlanas Muntaner, a la sazón obispo de Ibiza; Damià Nicolau Roig, franciscano y obispo de Huamachucu (Perú), y Julià Adrover Llaneras, superior general de la orden de los Clérigos Teatinos. El entonces obispo de Mallorca, Jesús Enciso, también tuvo un papel relevante en el Concilio, ya que fue el encargado de presidir la comisión de la Liturgia. El Concilio duró hasta 1965. El obispo Encisofalleció en 1964 y le sucedió en el cargo y como miembro del sínodo el prelado Rafael Álvarez Lara.
Pere Fullana, director del museo de la catedral, resaltó la figura del obispo de Ibiza Francesc Planas. Recordó que era natural de Palma y participó en la mayoría de sesiones. Antes de morir legó al Seminario de Mallorca gran parte de la documentación que recopiló en sus viajes a Roma para participar enel Concilio.
Seminaristas isleños en Roma
En aquella época, un grupo de jóvenes seminaristas mallorquines se encontraba estudiando en la Universidad Pontificia de Roma. Vivieron de forma intensa todo lo que sucedió en aquellos años y la apertura hacia los nuevos tiempos de la iglesia. Sus testimonios reflejan que el Concilio Vaticano II fue uno de los acontecimientos más importantes delsiglo XX. El historiador y padre de La Real, Josep Amengual, recuerda de forma especial sus conversaciones con el obispo mallorquín de Ibiza, Francesc Planas Muntaner, después de las intensas reuniones ecuménicas. El teólogo, escritor y actual vicario de Felanitx, Bartomeu Bennàssar, explicó que participó como consultor en temas de moral relacionadas con el desarme. Asimismo, el también teólogo ycanónigo de la Seu, Llorenç Alcina, aseveró que asistía a las misas que los obispos llegados de todos los lugares del mundo oficiaban en Roma durante el sínodo del Varticano.
Josep Amengual, religioso del monasterio de La Real, era un joven seminarista en 1962. Recuerda que el obispo Planas se hospedaba en el convento de la orden del Sagrat Cor de Roma durante su participación en el Concilio VaticanoII. “Nosotros –explicó Amengual– acompañábamos al obispo Planas hasta el Vaticano. Era una persona muy conversadora que después nos comentaba y nos relataba los intensos debates que se producían entre los obispos y participantes en el sínodo del Vaticano. Él era un gran biblista y, por ello, entendía y auguraba lo que después significó el sínodo”.
Amengual relató también que en Mallorca...
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