Confesiones De San Agustin

Arely Guerrero Villanueva.
Libro X “Confesiones” San Agustín.
Textos Filosóficos III

La felicidad como la concibe San Agustín en su obra Las Confesiones es muy convincente y sólida, a su vez como dogmáticas las creencias en que se funda. Tal solidez se desprende de una argumentación firme la cual, para el autor, se presentaría clara y fácilmente para cualquier creyente que busque fielmentela verdad. En el presente ensayo es mi intención afirmar el argumento central del Libro X exponiendo el orden de los argumentos principales y comentarlos para un mejor entendimiento del mismo.
El argumento central del Libro es que no hay mejor ni mayor felicidad, sino la que resulta del pleno conocimiento de Dios en nuestras vidas. Esto no se da de una manera unívoca, puede llegarse de muchasmaneras a la experiencia de Dios y a su conocimiento, tanto proceso como estilo de vida cuando ya se le tiene presente. Sólo en el conocimiento de Dios es que se puede acceder al verdadero gozo.
La memoria es en donde reside Dios, su recuerdo e imagen durante nuestra vida. Y “En el alma esta dado cuanto en la memoria se contiene” siendo así que el alma al contener a la memoria es afectada por loque en ella a su vez contiene.
Si volvemos sensible nuestra alma a la presencia de Dios, la memoria puede tener tales imágenes de las que puede hacer uso constante en nuestra vida, que siempre tendremos un recuerdo bello, como tan bello es Dios; acercándonos siempre al gozo verdadero.

El deseo es que esto se lleve a cabo, pero como los hombres en nuestra naturaleza, tenemos ciertas condicionesque no permiten de manera tan fácil acceder a esta felicidad. Hay constantemente distractores que alejan a las alegrías de nuestra vida.
Todo esto San Agustín lo explica de manera adecuada y a profundidad en cada uno de los capítulos del Libro X; únicamente se ha hecho un pequeño esbozo que a continuación se ira detallando.
Agustín tiene experiencia de Dios, de su misericordia en lacontemplación de todas las cosas que han sido creadas, en ellas puede ver la belleza de poder y creación, esto le causa placer. Partiendo de esto es que encuentra la maravilla y se asombra de la bondad que le rodea, esto de cierta manera lo conduce a pensar que Dios esta en todos lados, no como creación sino como espíritu. Este espíritu se vuelve cada vez más cercano, como se va avanzado y fortaleciendo elconocimiento de Dios en él.
La cercanía del espíritu de Dios en la vida, conlleva a una paz y tranquilidad muy diferente a otras, pero aún sin llegar a estos niveles de experiencias divinas; se sabe que la gente tiene experiencia de la felicidad. Una felicidad diferente sin duda pero que da a pensar que hay un recuerdo de una tal felicidad divina que aunque en sombra nos sigue dando una alegría.Recordamos la vida feliz a modo como recordamos la alegría. Las alegrías no las tenemos por los sentidos corporales, es más bien una imagen que deja una impresión distinta por ser sentida de manera distinta que los sentidos.
“Es verdad que unos ponen la felicidad en esto y otros en aquello; pero el deseo de ser felices es del todo universal; todos quieren gozar y como gozo conciben la felicidad”Las alegrías pueden ser una especie de registro que alguna vez hubo felicidad, porque se recuerda a la distancia la experiencia de una felicidad verdadera, dice San Agustín. Esta felicidad verdadera solo se puede dar en el gozo de Dios. Parece que lo que se quiere decir o al menos queda la incógnita, si innatamente es que tenemos o cargamos en nosotros la experiencia de la felicidad y más aúnla del gozo, que solo se da, en la cercanía del espíritu con Dios. Da la impresión que la imagen de Dios también es algo primario a cualquier recuerdo en nuestra memoria.
Tener experiencia de Dios es tener experiencia de la Verdad. Debe amarse la verdad para poder tener cercanía a Dios. Resulta que todos aman la verdad ya que todos en algún momento han deseado ser felices.
“Los hombres dicen...