Conquistando destinos

 Conquistando destinos

[. . .] Tras haber tomado debidamente la decisión de abandonar sus tierras por un tiempo y visitar otras, loseuropeos del Renacimiento, dispuestos aventurarse a través del mar, parten hacia el nuevo mundo en busca de una vida mejor, no sin antes asegurarse de que todo estaba preparado para emprender el viaje.Probablemente, la decisión de pasar un buen rato recorriendo nuevos territorios fue lo mejor que pudieron hacer en ese momento.
Pasado cierto tiempo, ya con la llegada de los europeos a un continenteque más adelante se conocería como América Latina, donde a los habitantes de estas tierras extrañas les esperaba un destino penoso, estos hombres empiezan a encontrar riquezas ajenas que en adelanteles pertenecería, y que al final del partido les daría la corona cuando se diese por terminada la derrota. Los días posteriores transcurrieron con cierto estertor; desde entonces, América Latina seconvirtió en un nuevo continente del que se enriquecían las grandes naciones. Una región que ya no estaba a la espera de que algún explorador la tome en posesión. Esta vez, su identidad era distinta, estavez era “la región de las venas abiertas”.
No sin pensarlo dos veces, este grupo de hombres toma acción llevándose consigo cualquier cantidad de opulencia que encontrasen a su paso: petróleo,hierro, café, frutos y montañas de plata y oro, que más adelante les daría la victoria ajena. Sin embargo, no dispuesta a rendirse, América Latina, despojada de los más significantes tesoros que lacomprendían, lucha contra la miseria, los tiempos áridos, la oscuridad absoluta y la infamia. Y, lejos de recuperar el ayer, prosigue con su camino enrevesado. Si bien, sabía que los años que le esperaban noeran cosa sencilla, pues ahora, humillada por los conquistadores, se vio obligada a trabajar como sirvienta para una Europa vestida de prestigio a punta de lujos que no procedían de ella. Pero no...