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Justiniano acompañó su atrevida política de reconquistas militares y de reorganización administrativa con una intensa actividad constructora. De esta primera época dorada del arte bizantino —la másbrillante de todas pero no la más original puesto que tiene un cierto carácter de transición, y en muchos aspectos se relaciona aún con el periodo anterior- ha llegado hasta nosotros una rica serie demonumentos situados en Constantinopla y en Rávena, capital del exarcado o distrito militar organizado por el emperador en el NE. de Italia. La obra cumbre de esta época y, sin duda, uno de losedificios más grandiosos de toda la Historia del Arte, es el gran templo de Santa Sofia de Constantinopla. Los musulmanes, al igual que hicieron con otras muchas iglesias bizantinas, lo transformaron enmezquita, carácter que ha conservado hasta hoy. La obra fue confiada a dos arquitectos que se habían formado en las provincias orientales del Imperio, en contacto con el arte persa, Antemio de Tralles eIsidoro de Mileto.
El gigantesco monumento, para cuya edificación Justiniano no escatimó ningún medio a su alcance, fue inaugurado en diciembre del 537. La gran cúpula que lo cubría se derrumbó algodespués y fue reconstruida por un sobrino de Isidoro de Mileto, Isidoro el Joven. El elemento esencial de Santa Sofia, en torno al cual se ordenan los restantes, es una enorme cúpula de 31 metros dediámetro, levantada sobre un espacio de dimensiones cuadradas (77 x 72 m.) y sostenida por un sabio y equilibrado sistema de empujes laterales. La cúpula se sostiene sobre pechinas y fue edificada conmateriales de barro, pobres pero muy ligeros como semejantes dimensiones requerían. La planta del edificio tiene una disposición semejante en principio a la de las basílicas, pero las proporciones hanvariado con relación a los modelos paleocristianos, siendo la nave central muy ancha y teniendo todo el conjunto un aspecto centrado, en función de la cúpula que cubre el espacio interior....