contabilidad

EL oso y el conejo

Erase una vez un oso y un conejo real que eran muy amigos. Nada les complacía tanto como reunirse en el claro de un bosque, en las tardes cálidas y soleadas, y comer juntos.Una tarde, estaba el oso devorando unos pedazos enormes de pescado cuando observó al conejo real arañando la tierra y sepultando huesos de ciruela.
—¿No se te ocurre nada mejor con que entretenerte? —preguntó el oso dando un bostezo.
El conejo era un animal orgulloso que creía saberlo todo.
—¿Cómo puedes ser tan estúpido?
—exclamó asombrado—. Debes ser el único animal del bosque que ignora loimportante que es plantar huesos de ciruela. De los huesos brotan árboles y éstos dan hermosas y jugosas ciruelas.
El oso se sintió muy ofendido con el insulto del conejo. "Le demostraré a mi amigoque soy tan listo como él."
Y enterró cuidadosamente los huesos que habían sobrado de su comida.
Algunos meses más tarde, los dos amigos se encontraron nuevamente en aquel lugar. El conejo se sentíasatisfechísimo porque los huesos de ciruela habían comenzado a dar fruto.
Y al ver al oso arañando la tierra, tratando de encontrar un hueso que hubiera empezado a crecer, se echó a reír y dijo:
—Eres todavía más estúpido de lo que pensé. Todos sabemos que es imposible hacer que crezcan los huesos plantándolos en la tierra.
Pasó el tiempo y cuando los dos amigos volvieron a encontrarse en elclaro del bosque, estaba repleto de ciruelos cargados de frutos.
El conejo sonrió satisfecho, mas el oso estaba muy triste. Aquel día no había atrapado nada para comer y tendría que pasar hambremientras su amigo se atracaba de jugosas ciruelas.
— Es una lástima que no seas tan listo como yo —dijo el conejo con orgullo—. Yo siempre tendré suficiente para comer, mientras tú vas a pasar hambre enmás de una ocasión. Pero el conejo hubiera debido saber que la paciencia tiene un límite y que el orgullo resulta molesto.
Total que el oso, harto de la soberbia de su amigo, se abalanzó sobre el...