Conversión y Compromiso
Les saludo, mis hermanos de todas partes. privilegio tan grande poder estar en presencia del Profeta de Dios y recibir de el, y de otros que han sido llamados por el Señor, las inspiradas palabras deconsejo, testimonio y amonestación que se han pronunciado en esta maravillosa conferencia! Les testifico que lo que hemos escuchado es “la voluntad del Señor … la intención del Señor … la voz del Señor” y, como lo declaran las Escrituras, “el poder de Dios para salvación” (D. y C. 68:4).
Respecto a eso, recuerdo una declaración que hace muchos años hizo el elder Marion G. Romney, del Quórum de losDoce Apóstoles, a la conclusión de una conferencia: “Hemos recibido en esta conferencia las verdades y la dirección necesarias para llevarnos a la presencia de Dios si las seguimos” (en “Conference Report”, abril de 1954, págs. 132-133).
Tengan en cuenta que no es suficiente con solo escuchar la palabra de Dios en reuniones tales como esta conferencia; para que la palabra de Dios influya ennuestra vida -para recibir las bendiciones prometidas-tenemos que seguirla. De hecho, el Señor ha proclamado: “Porque viviréis de toda palabra que sale de la boca de Dios” (D. y C. 84:44; cursiva agregada).
Hemos escuchado las palabras de Dios en esta conferencia, y ahora tenemos la responsabilidad de vivir de acuerdo con ellas. Al concluir la última conferencia general, el presidente Gordon B.Hinckley dijo:
“Siento que seré una persona mejor si pongo en practica los conceptos que se me han recordado en estas sesiones, y les aseguro que también cada uno de ustedes lo será si aplica en su vida algo de lo que ha escuchado en esta grandiosa conferencia” (“La trama de la fe y del testimonio”, Liahona, enero de 1996, pág. l02).
Si seguimos este consejo, tendremos un testimonio masfuerte de Cristo y de Su evangelio, y en este sentido también será mas fuerte nuestro cometido de guardar los convenios y los mandamientos, y de cumplir con nuestros deberes en la Iglesia. Esta, en mi opinión, constituye la solución a uno de los mayores retos que he conocido en los años durante los cuales he servido en mi llamamiento actual y en otras responsabilidades de liderazgo.
Al preguntar alos presidentes de estaca cual es el problema o la preocupación mas grave que tienen, muchos me contestan: “Lograr que los santos se conviertan realmente y se sientan comprometidos a fin de que guarden los mandamientos y de que cumplan sus llamamientos con fidelidad”. He meditado y orado mucho acerca de ese cometido. Por cierto, a los Santos de los Últimos Días no les faltan oportunidades deescuchar la palabra de Dios, pero, por desgracia, muchas veces se demoran en cumplir con sus deberes y en aplicar la palabra a su propia vida.
¿Que es lo que nos da un testimonio y un deseo de servir al Señor “con todo [nuestro] corazón, alma, mente y fuerza” (D. y C. 4:2), y de “ser diligentes en guardar los mandamientos del Señor” (1 Nefi 4:34)?
Luego de meditar y orar sobre ese asunto, hellegado a la conclusión de que el problema es que hay algunos miembros que realmente no han pasado por la conversión y no han hecho un compromiso en la Iglesia: la conversión a Cristo, a Su Evangelio y a Su Iglesia; y, como consecuencia, el compromiso con los convenios que han hecho y con los llamamientos que hayan recibido para servir y fortalecer a los demas. En este aspecto, es interesante recordarlas palabras que dijo Cristo a Pedro: “… y tu, una vez vuelto [convertido], confirma [fortalece] a tus hermanos” (Lucas 22:32). De esta manera, el compromiso es un resultado o un fruto de la conversión.
A fin de poder recibir la plenitud de las bendiciones que se nos han prometido, y para ser realmente eficaces en nuestros llamamientos, hace falta que logremos la conversión. Si estuviéramos...
Regístrate para leer el documento completo.