Crímenes y pecados (allen, 1983).

Crímenes y Pecados (1989).

Poco antes del siglo XX, el gran escritor Miguel de Unamuno dijo que la vida es tragicomedia, y que los personajes para una novela deben de ser trágicos, pues juntan ensi mismos dos características esenciales: una enorme distancia entre el querer ser y el ser, y un inherente anhelo para querer ser por todos lo medios posibles.

Woody Allen, uno de los directoresvivos más importantes del mundo, parece haber entendido estos preceptos a la perfección. Es una constante en sus películas el encontrar esa tragicomedia, en donde uno se ríe por mucho tiempo perodespués se golpea con una reflexión alucinante, o está uno anonadado con lo trágico de la historia cuando de repente utiliza un recurso que le hace a uno reír; con personajes cargados de ganas de ser, ode no ser. El balance entre todos estos elementos es lo que encontramos en Crímenes y Pecados, y es por eso que se ha vuelto un clásico de la cinematografía mundial.

La historia parece sencilla,trata de un exitoso oftalmólogo que engaña a su esposa, y para ocultarlo, bordea los límites del crimen, y de un documentalista fracasado que debe filmar por encargo la vida del hombre que más odia: sucuñado (exitoso, fanfarrón, sociable, pueril según la visión del documentalista).
Sin embargo se cuenta más sencillo de lo que es, precisamente como la vida.
El oftalmólogo está al borde de la locuraporque su amante lo amenaza con contarle al mundo de sus aventuras, además de algunas indiscreciones financieras que le sabe. El documentalista, quien está casado, se enamora de su compañera detrabajo quien al mismo tiempo está siendo cortejada por el cuñado.
En ambas vidas aparecen personajes secundarios que muestran la misma tensión que existe entre las decisiones morales y las prácticas,cada uno de ellos imprime los tonos grisáceos en los que el ser humano cae al tomar decisiones y por las cuales, al mismo tiempo, se define como persona.

Utilizando estas dos historias que se juntan...