Crónica de un atardecer
Páginas: 1 (250 palabras)
Publicado: 4 de diciembre de 2014
Crónica de un atardecer
Ya pasan de las 7, y no se ve el sol, las nubes cubren todo el pedazo de cielo que se alcanza a ver, se sabeque es de día solo porque todavía está clara la luz natural, el sonido de música country suave hace que el paisaje sea aún más relajante ya la vez sombrío, como lo ha estado estos últimos días, pero hoy, en particular, se siente esa calma y tranquilidad en la ciudad.Chispitas de lluvia comienzan a caer a eso de las 7:30, el cielo color gris comienza a desahogarse poco a poco, despacio pero constantes las gotassiguen chocando contra el asfalto de los caminos, dejando a su paso un resbaloso y por lo tanto peligroso paso para los coches.
Con labrisa que ventea se respira ese olorcito a tierra mojada que a más de uno le encanta, trae recuerdos visibles en las expresiones de la genteque camina por la acera; se alcanza a escuchar un joven cuestionando a su acompañante: –Te acuerdas cuando salía a poner barquitos en lacalle, pa’ que la lluvia se los llevara?- Todos hemos creado esas aventuras durante los días lluviosos.
-¡Híjole! ¡Ya casi son las ocho!,el cielo comienza a oscurecer, es hora que el sol se oculte para darle paso a la brillante luna, que viene a despejar la noche parabrindar un sueño reconfortante y duradero.
Crónica de un atardecer
Verónica
Periodismo II
28 de Agosto del 2013
Crónica de un atardecer
Ya pasan de las 7, y no se ve el sol, las nubes cubren todo el pedazo de cielo que se alcanza a ver, se sabeque es de día solo porque todavía está clara la luz natural, el sonido de música country suave hace que el paisaje sea aún más relajante ya la vez sombrío, como lo ha estado estos últimos días, pero hoy, en particular, se siente esa calma y tranquilidad en la ciudad.Chispitas de lluvia comienzan a caer a eso de las 7:30, el cielo color gris comienza a desahogarse poco a poco, despacio pero constantes las gotassiguen chocando contra el asfalto de los caminos, dejando a su paso un resbaloso y por lo tanto peligroso paso para los coches.
Con labrisa que ventea se respira ese olorcito a tierra mojada que a más de uno le encanta, trae recuerdos visibles en las expresiones de la genteque camina por la acera; se alcanza a escuchar un joven cuestionando a su acompañante: –Te acuerdas cuando salía a poner barquitos en lacalle, pa’ que la lluvia se los llevara?- Todos hemos creado esas aventuras durante los días lluviosos.
-¡Híjole! ¡Ya casi son las ocho!,el cielo comienza a oscurecer, es hora que el sol se oculte para darle paso a la brillante luna, que viene a despejar la noche parabrindar un sueño reconfortante y duradero.
Crónica de un atardecer
Verónica
Periodismo II
28 de Agosto del 2013
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