Crónica Victima del paseo. Alberto Salcedo Ramos

Producción de texto escrito. María Camila Acevedo Jaramillo.
LA VICTIMA DEL PASEO. Alberto Salcedo Ramos
Tome un taxi en el centro, a las nueve de la noche. Vi esto como algo normal, un taxi destartalado y un conductor aparentemente amable, que solo hablaba para preguntar hacia donde debía dirigirse. Le indiqué tomar la 30, por la calle 26. El hombre no me miraba, lo cual no me parecióextraño.
Cuando escribo pienso que aquel que toma un taxi en la noche, o en el día, en Bogotá se arriesga a que le pase algo fatal, solo queda conservar la esperanza de que no sea a uno al que le toque. Lo mismo pienso de los pocos taxistas honrados que quedan, que arriesgan su vida por necesidad.
Seis cuadras antes de llegar a la casa, en una cuadra en la que vivia un militar, el taxista preguntó que sidebía devolverse, le dije que no. Esta cuadra siempre estaba vigilada por militares pero esta noche de viernes estaba vacía. El taxista se notaba ansioso, simuló que el carro se le había apagado en un policía acostado y en ese instante abordaron la parte de atrás del taxi dos hombres robustos, uno a cada lado.
El tipo de la izquierda me pegó en la cara, el otro me ató las manos y el conductorvolteo a mirarme, mascando chicle en la mayor tranquilidad. Grité muy fuerte, y el hombre de la izquierda me golpeo otra vez, haciendo que mis gafas saltaran por el aire. Me dijo que debía permanecer callado y sin llorar fuerte para llamar la atención. Pero para mí era inevitable. El otro hombre me tapo la boca, diciéndome que si no colaboraba me iban a matar.
Mientras hablaban entre sí, me dijeronque cerrara los ojos, si los abría me matarían. En su conversación me llamaron sapo, y yo en la mente me culpaba. Los reté por haber tomado un taxi a esa hora de la noche, y además tenía puesta una chaqueta de cuero, no muy fina, que incluso había comprado en promoción, pero que para ellos era señal de que tenía mucho dinero. Así mismo, mi reloj y mi lapicero mont blanc, ambos aparentes pero quehabía recibido como regalos.
Me preguntaron mi profesión y mi nombre. Contesté y sorprendidos preguntaron si tenía cuenta de ahorros, dije que sí. El gordo, el de la derecha, me dijo que colaboraba y me dejarían ir, pero el tipo de la izquierda, con olor a aguardiente respondió con amenazas de muerte si no me mostraba obediente.
Les dije que iba a colaborar, que no tenían de que preocuparse. Conlos ojos cerrados y una voz débil clame a Dios y mencione a mis hijos. El conductor sorprendido dijo: ¡Bingo, tiene hijos!. El tipo de la derecha pregunto sus nombres, le respondí y lanzo algunos comentarios amenazantes. De la izquierda recibí un golpe, pues sin darme cuenta abrí los ojos. Impaciente el hombre de la izquierda me lanza un golpe en el hombro y me repite que colabore, que si no mematan.
Me sacan la billetera del bolsillo, y mientras eso me preguntan la dirección de mi casa y el teléfono, les doy ambos datos.
Yo estaba impaciente y asustado les pido que vamos al cajero para que me dejen libre rápido, enojados me contestan que son ellos los atracadores y por ende son quienes toman las decisiones.
En este momento tomaron mi chaqueta y me la pusieron en la cara, sentía que nopodía respirar, estaba asfixiado. En el camino, los tres hombres hablaban ansiosos. Pasaba otro taxi y asustados descubrieron que era amigo de ellos, al fin me quitaron la chaqueta de la cara y agradecido pude respirar.
Me dijeron que repitiera la dirección de mi casa, les pedí que no fueran, que allí no había nada que les pudiera servir, aclararon que era por si yo informaba a la policía, peroque no estaban interesados en ir. Les suplique entonces que hicieran conmigo lo que quisieran pero que no le hicieran daño a mi familia, que haberles dado la dirección era muestra de mi colaboración. Me pidieron repetirla, pero la que di no era la misma que había dado antes, me golpearon otra vez.
El tipo de la izquierda vio que yo lo estaba mirando y usando su dedo como arma me lanzo un golpe...