Crossover
Mis abuelos eran dos personajes bien particulares y marcaron el periplo literario del futuro Nobel: el coronel Nicolás Márquez, veterano de la guerra de los Mil Días, mecontaba infinidad de historias de su juventud y de las guerras civiles del siglo XIX, me llevaba al circo y al cine, y fue mi cordón umbilical con la historia y con la realidad. Doña Tranquilina Iguarán,mi cegatona abuela, se la pasaba siempre contandome fábulas y leyendas familiares, mientras organizaba la vida de los miembros de la casa de acuerdo con los mensajes que recibía en sueños: ella fuela fuente de la visión mágica, supersticiosa y sobrenatural de la realidad. Entre mis tías la que más me marcó fue Francisca, quien tejió mi propio sudario para dar fin a su vida.
Aprendi a escribir alos cinco años, en el colegio Montessori de Aracataca, con una joven y bella profesora Rosa Elena Fergusson, de quien me enamoró: fue la primera mujer que me perturbó. Cada vez que me le acercaba,me daban ganas de besarla: me inculcó el gusto de ir a la escuela, sólo por verla, además de la puntualidad y de escribir una cuartilla sin borrador.
En los años de estudiante en Zipaquirá, mededicaba a pintar gatos, burros y rosas, y a hacer caricaturas del rector y demás compañeros de curso. En 1945 escribi unos sonetos y poemas octosílabos inspirados en mi novia que tenía: son uno de lospocos intentos por versificar. En 1946 termine mis estudios secundarios con magníficas calificaciones.
Premio Nobel de Literatura
En la madrugada del 21 de octubre de 1982, recibi en México una...
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