Cuatro Interpretaciones Para La Política De Medios De Telefónica En Los Orígenes De La Liberalización De Las Telecomunicaciones.
Páginas: 30 (7252 palabras)
Publicado: 26 de julio de 2012
CUATRO INTERPRETACIONES PARA LA POLÍTICA DE MEDIOS DE TELEFÓNICA EN LOS ORÍGENES DE LA LIBERALIZACIÓN DE LAS TELECOMUNICACIONES.
Juan Ramón SÁNCHEZ CARBALLIDO.
UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID.
RESUMEN:
La estrategia de medios de Telefónica ha sido interpretada como una toma de partido en el conflicto desatado en los años 90 entre grupos de poder, político y mediático. Sin embargo,es factible la posibilidad de una explicación alternativa de los hechos según los presupuestos de una operación empresarial orientada a la obtención de resultados; de una estrategia reactiva y de defensa frente a la regulación del sector; y de un planteamiento de reputación corporativa para trasladar a la opinión pública la evolución de la compañía. El presente trabajo indagará cada una de estasposibilidades.
PALABRAS CLAVE:
TELECOMUNICACIONES, TELEFÓNICA, MEDIOS.
TEXTO:
a. Introducción.
En julio de 1997 Telefónica S.A. adquiere la cadena de televisión generalista Antena 3 TV, propiedad del empresario Antonio Asensio.[1] Los motivos de fondo que dan como resultado esta operación sin precedentes en la historia mundial de las telecomunicaciones podrían elucidarseconsiderando cuatro hipótesis de trabajo, alternativas o complementarias entre sí según el caso.
b. La hipótesis política.
La interpretación de la entrada de Telefónica S.A. en el accionariado y la gestión de A3TV en función del entable político del momento y de la pugna entre grupos de influencia mediática ha quedado fijada en el imaginario colectivo en detrimento de otras opciones portadoras desentido.
Esta hipótesis tiene su origen en la airada reacción del Grupo PRISA ante la reorganización del sector audiovisual que Telefónica acaba de promover. Como primera línea de defensa ante lo que considera una agresión directa, PRISA induce sólidas sospechas respecto a la intencionalidad política subyacente en una operación aparentemente empresarial.[2]
Para existimar los perfiles partidistasde la operación PRISA da forma a un discurso en el que se hace abstracción de los intereses comerciales de Telefónica y abolía cualquier distinción entre el Gobierno y la empresa completamente privatizada. El foco de la polémica se amplía así desde el ámbito gubernamental hacia una compañía cuyo cash flow,[3] traducido en términos de poder de adquisición de derechos de contenidos temáticos,[4]resulta sencillamente temible.[5]
Siguiendo esta línea argumental, la motivación de Telefónica S.A. para la elongación de intereses desde sus nichos tradicionales de mercado hacia el ámbito mediático sería el cobro de influencia sobre la opinión pública con la intencionalidad aviesa de disponer tal influencia no en la defensa de sus intereses, sino al servicio del partido político en cuya área deinfluencia orbita.[6] De manera subrepticia, el Partido Popular estaría erigiendo un grupo de comunicación adicto[7] sirviéndose para ello del potencial económico de Telefónica.[8] Se trataría de paliar el poder de difluencia y prescripción de dos medios antagonistas, la Cadena SER y el diario EL PAÍS, en un horizonte electoral desfavorable para los populares según los sondeos de intención devoto.[9]
La operadora rechaza frontalmente esta acusación[10] y se muestra dispuesta a llegar en su negación hasta los tribunales.[11] Pero incluso los analistas más ecuánimes estiman que las decisiones de Telefónica están respondiendo al dirigismo del PP y su estrategia de revertir la situación de dominancia[12] detentada por PRISA en el sector. Para algunos, el fin justificaría (la adquisiciónde) los medios. Pero existe el peligro larvado de trocar la actual situación no por la deseable apertura del mercado a un mayor número de agentes sino por un nuevo monopolio, concebido a la medida de los intereses de los populares.[13] El concurso de Telefónica[14] quedaba granatizado gracias al efugio que haber alzado hasta su cúpula directiva a personajes muy cercanos al partido, comenzando por...
Juan Ramón SÁNCHEZ CARBALLIDO.
UNIVERSIDAD COMPLUTENSE DE MADRID.
RESUMEN:
La estrategia de medios de Telefónica ha sido interpretada como una toma de partido en el conflicto desatado en los años 90 entre grupos de poder, político y mediático. Sin embargo,es factible la posibilidad de una explicación alternativa de los hechos según los presupuestos de una operación empresarial orientada a la obtención de resultados; de una estrategia reactiva y de defensa frente a la regulación del sector; y de un planteamiento de reputación corporativa para trasladar a la opinión pública la evolución de la compañía. El presente trabajo indagará cada una de estasposibilidades.
PALABRAS CLAVE:
TELECOMUNICACIONES, TELEFÓNICA, MEDIOS.
TEXTO:
a. Introducción.
En julio de 1997 Telefónica S.A. adquiere la cadena de televisión generalista Antena 3 TV, propiedad del empresario Antonio Asensio.[1] Los motivos de fondo que dan como resultado esta operación sin precedentes en la historia mundial de las telecomunicaciones podrían elucidarseconsiderando cuatro hipótesis de trabajo, alternativas o complementarias entre sí según el caso.
b. La hipótesis política.
La interpretación de la entrada de Telefónica S.A. en el accionariado y la gestión de A3TV en función del entable político del momento y de la pugna entre grupos de influencia mediática ha quedado fijada en el imaginario colectivo en detrimento de otras opciones portadoras desentido.
Esta hipótesis tiene su origen en la airada reacción del Grupo PRISA ante la reorganización del sector audiovisual que Telefónica acaba de promover. Como primera línea de defensa ante lo que considera una agresión directa, PRISA induce sólidas sospechas respecto a la intencionalidad política subyacente en una operación aparentemente empresarial.[2]
Para existimar los perfiles partidistasde la operación PRISA da forma a un discurso en el que se hace abstracción de los intereses comerciales de Telefónica y abolía cualquier distinción entre el Gobierno y la empresa completamente privatizada. El foco de la polémica se amplía así desde el ámbito gubernamental hacia una compañía cuyo cash flow,[3] traducido en términos de poder de adquisición de derechos de contenidos temáticos,[4]resulta sencillamente temible.[5]
Siguiendo esta línea argumental, la motivación de Telefónica S.A. para la elongación de intereses desde sus nichos tradicionales de mercado hacia el ámbito mediático sería el cobro de influencia sobre la opinión pública con la intencionalidad aviesa de disponer tal influencia no en la defensa de sus intereses, sino al servicio del partido político en cuya área deinfluencia orbita.[6] De manera subrepticia, el Partido Popular estaría erigiendo un grupo de comunicación adicto[7] sirviéndose para ello del potencial económico de Telefónica.[8] Se trataría de paliar el poder de difluencia y prescripción de dos medios antagonistas, la Cadena SER y el diario EL PAÍS, en un horizonte electoral desfavorable para los populares según los sondeos de intención devoto.[9]
La operadora rechaza frontalmente esta acusación[10] y se muestra dispuesta a llegar en su negación hasta los tribunales.[11] Pero incluso los analistas más ecuánimes estiman que las decisiones de Telefónica están respondiendo al dirigismo del PP y su estrategia de revertir la situación de dominancia[12] detentada por PRISA en el sector. Para algunos, el fin justificaría (la adquisiciónde) los medios. Pero existe el peligro larvado de trocar la actual situación no por la deseable apertura del mercado a un mayor número de agentes sino por un nuevo monopolio, concebido a la medida de los intereses de los populares.[13] El concurso de Telefónica[14] quedaba granatizado gracias al efugio que haber alzado hasta su cúpula directiva a personajes muy cercanos al partido, comenzando por...
Leer documento completo
Regístrate para leer el documento completo.