Cuento 150 palabras con P

Runaway Train.
La verdad, todo pareció tan confuso, tan inédito, tan difícil de aceptar. Supongo que todo sucedió en realidad rápido, pero yo, por lo menos sentí cada segundo como un siglo.
No es lindo contar tu propia historia cuando tu fin no fue el que esperabas. Como un caluroso sábado de verano, en dónde por lo anciano que eres, tu corazón, tus pulmones y tus órganos dejan de funcionar,causando así una muerte natural; morirte cuando estás dormido. Que muerte más hermosa.
Debo de admitir que no todas las muertes son lindas, como estar sobre una camilla de algún hospital, siendo prisionero de este mismo, sin poder hacer nada más que escuchar el sonido de las máquinas, con las persianas tocando el borde de la ventana, sin dejarte ver un bello y perfecto atardecer. Mientras que tupuerta, entrecerrada, deja entrar las palabras que salen de la boca del doctor y se disipan en el aire del pequeño cuarto del enfermo, dónde, lamentándose le pide a Dios que se lo lleve al cielo, mientras que sus familiares, detrás de la puerta, sollozan debido a la terrible noticia y se desploman en el sillón.
Creo que si hay muertes que valen la pena mencionar y unas otras que no tanto. Mepreocupa saber cómo tomarán mi muerte mis familiares, realmente ni lo sientes, y les desmiento todo lo que han escuchado sobre que se siente al morir. Sí, sí te pones frío, es una reacción, recuerdo muy bien que primero sentí frío mis dedos, y luego fue subiendo esa sensación por el brazo llegando así al cuello.
En fin, querido lector, les contaré mi historia antes de morir, mis últimas horas, semanas,hasta meses. Ya que todavía lo puedo hacer, tengo cada recuerdo impregnado en mi memoria, cada palabra, cada cara, cada lugar que visité, cada tortura y cada pesadilla.
Lo único que espero, es ir a un lugar en dónde haya luz y paz, después de tanta oscuridad, un sólo rayo del Sol, es suficiente para devolverte todo lo que se te fue arrebatado.
Ojalá, en el cielo, haya algún lugar para mí,quiero dejar de sufrir y estar en este infierno reviviendo cada instante que viví en mis últimos días de vida, no creo que lo resista más.







Mis papás ya estaban en la casa, no era de sorprenderse. Ya era tarde, y si salías al patio, podías ver la profundidad del cielo sumergido en un mar oscuro de estrellas. Definitivamente yo creía que no había nada más hermoso que una noche iluminadapor las preciosas y brillantes estrellas.
Todavía no terminaba mi tarea, y era necesario acabarla ya que mañana era su fecha de entrega, y casi no llevaba nada preparado para realizarla. Era una tarea elaborada, difícil y complicada. Sigo sin entender porque los profesores creen que tenemos la tarde libre para hacer solamente la tarea de su materia.
Mi papá entró a mi cuarto. Llevaba su playerarayada del trabajo, con sus pantalones cafés y su cinturón y corbata que le daban un toque de personal de oficina. Lo volteé a ver, para asegurarme a qué había venido exactamente a mi cuarto. De repente vi que se asomaba una cabecita por la puerta, era mi perrita: Perla. Es una cómica historia del por qué ése nombre, resulta que nuestra perra se iba a llamar originalmente Pringle, y la señoritaque nos atendió ése día se llamaba Perla, pero el departamento de perros y gatos, al momento de hacer el papeleo, confundió los nombres y nuestra perra terminó llamándose legalmente Perla, y la persona que nos atendió apareció en el documento como Pringle.
Lamento mucho mi desviación, ése es uno de los problemas de estar muerto, que revives todo lo que te sucedió en tu vida. Cómo si realmenteestuvieras ahí. Sientes cada sensación y mirada, cada suspiro y plegaria. Literalmente revives tus recuerdos, y ahí es cuando pierdes la noción del tiempo y no sabes si estás en pasado, presente o futuro. Y lo peor de todo esto, es que aquí, en el limbo, en el purgatorio, no hay eso. Sólo hay un tiempo, y desconozco el nombre.
Mi papá ya había entrado a mi dormitorio, y mi cachorra estaba a punto...